Hoy hace dos años que engañaron al mundo. Nos engañaron a todos. Han transcurrido dos años desde los fastos organizados para mayor gloria de Roma. Cual emperadores, inauguraron un aeropuerto que sigue sin aviones, ni pasajeros ni papeles que lo certifiquen.

Aquel fue un día cinematográfico. El día del millón de canapés. El día que simularon Babilonia. El día de los discursos más falaces nunca pronunciados. También un día para las personas crédulas y de buena fe. Sin duda. Incluyo al señor García Salas entre ellas.

Pero el tiempo confirma el peor de los pronósticos sobre una generación política que nos ha hundido como provincia. Una generación que gestionó cual nuevos ricos, sin rigor ni cautela alguna.

Nunca planificaron nada colectivo, nada insertado en el interés general. Su gran fracaso es proporcional al fiasco del núcleo duro de sus propuestas estrella: 16 campos de golf con un desarrollo inmobiliario brutal, un gran parque temático basado en el circo y la magia, la ciudad de aquello y la ciudad de lo otro…, cien onerosas fantasías que nunca vieron la luz del día y que debían ser la base material del éxito del aeropuerto.

Es curioso, amable lector, ni la luz del día ni la primera piedra. Cuatro legislaturas y media alimentando ficciones.

Y aquí estamos, con un aeropuerto construido y sin modelo de gestión mínimamente hilvanado.

Como suena, dos años inaugurado y todavía andan deshojando la margarita: un día lo quieren gestionar directamente, otro externalizarlo; al otro, a medias; al otro, a trozos; al otro, venderlo al mejor postor en el casino global.

Un espectáculo de mentiras, pleitos, ensoñaciones, ocurrencias y contradicciones entre el PP de Valencia y el de Castellón.

Por todo ello creo que lo que hoy nos corresponde es decir que Castellón es otra cosa. Proclamar que esta provincia es mucho más que los Fabra.

Sus desmanes nos han llevado a un punto de descrédito internacional sin precedentes. Somos, amén del hazmerreír, el ejemplo de las malas prácticas y los excesos que devalúan nuestra capacidad de generar confianza como país.

Así lo confirma la totalidad de la prensa especializada en materia económica a nivel mundial. El aeropuerto essu ejemplo favorito. Qué lástima. Urge un golpe de timón que refunde las premisas para poner en marcha una instalación que, ya que existe, debe ponerse al servicio del sector turístico, los grandes festivales y los intereses generales de una provincia repleta de gente honesta. Honesta y harta. H

*Secretario general provincial del PSPV-PSOE de Castellón