El 2017 va a ser el año de los impuestos en Vila-real. Y lo va a ser, principalmente, porque el alcalde Benlloch, el alcalde de socialistas y Compromís, ha decidido subir a todos un 10% la contribución. Nada más y nada menos que Benlloch se convierte en el alcalde que más prevé recaudar en la historia de Vila-real.

Y lo que es peor: este aumento de impuestos nace con el objetivo de pagar caprichos, palacios y el modelo faraónico que Benlloch quiere para Vila-real. Para tener la fachada reluciente aunque la nevera esté vacía, esa es su forma de gobernar.

Y frente al modelo de izquierdas de recaudar sin fondo, de subir la presión fiscal a los vecinos después de gastar y gastar más de lo previsto, se encuentra el modelo de apostar por la libertad y por bajar impuestos. El modelo del Partido Popular de creer en la creación de oportunidades pero con reducciones de impuestos siempre que sea posible.

NO SOLO PEDIMOS que se baje la contribución y hemos pedido que se revisen los valores catastrales a la baja para que todos los vila-realenses paguen menos, sino que además también proponemos que se revise la plusvalía después de una sentencia del Tribunal Constitucional que alerta de que ha habido casos en que se ha pagado el impuesto cuando, en verdad, no correspondía hacerlo.

Se trata de aquellos casos en que no se ha obtenido un incremento en la venta de patrimonio y que, según el fallo pueden reclamar el impuesto a los ayuntamientos. Nosotros pedimos que se inicie un procedimiento de urgencia para que se retornen las devoluciones correspondientes.

Y esta es la verdadera diferencia de los dos modelos: el de Benlloch que castiga a todos los vecinos con subidas de impuestos para caprichos y el modelo de gestión eficaz del PP que invierte en empleo, en oportunidades y en futuro.

*Portavoz del Partido Popular en el Ayuntamiento de Vila-real