Cuando te enteras de que alguien en quien confiabas se ha aprovechado de tu voluntad para conseguir un beneficio individual, duele. La base de la relación entre las personas es la confianza, que solemos dar a ciegas, por eso cuesta tanto reponerse de un engaño.

Así nos sentimos quienes militamos en el Partido Popular: muy dolidos porque nos han traicionado en casa. Han cercenado nuestra confianza, nos han puesto en evidencia y en el centro de las críticas, de los ataques, las burlas y lo que es peor, de la desconfianza.

Me da igual de donde provengan las conductas desviadas, derecha, izquierda o centro, todas son reprobables y por coherencia no deberíamos clasificar a un colectivo por los errores de algunos individuos. La corrupción no es una forma de hacer política. El corrupto no es el sistema, lo son las personas.

Por eso mismo no pienso agachar la cabeza ni mirar hacia otro lado cuando alguien me increpe acusándome de algo que yo no he hecho, ni haré. Aborrezco a los que en mi partido hicieron un mal uso de sus responsabilidades, violando el más sagrado de los compromisos, el que les unía a la gente que confió en ellos, que confiamos…

No pienso agachar la cabeza cuando los concejales que se juntaron para gobernar en Nules me apuntan con el dedo como si tuviera que avergonzarme por lo que han hecho otros. No soy un corrupto y no pienso consentir que nadie me acuse de serlo por creer que el Partido Popular es el único proyecto viable para este país. Les recuerdo que todos estos casos están saliendo a la luz porque queremos justicia.

Los del cambio y las buenas voluntades, los mejores en todo, han demostrado ser un fraude desde el primer día haciendo política del resentimiento. Llevan dos años al frente del Ayuntamiento de Nules y lo que mejor se les ha dado ha sido colocar a amigos, dar trabajo a familiares directos y vender una falsa imagen de transparencia que no existe, atacando a quien ganó las elecciones de forma legítima. El rencor es la cola que une los trozos del equipo de gobierno en Nules, y se sienten orgullosos. Se olvidaron de mirar su propio reflejo. Igual es porque no les gusta.

*Concejal y presidente del PP de Nules