Los implantes mamarios PIP se fabricaron por una compañía ubicada en el sur de Francia llamada Poly Implant Prothèse (PIP). Esta empresa fue considerada la tercera en el mundo en volumen de venta produciendo unas 100.000 prótesis al año de los cuales el 80% se vendían fuera de sus fronteras. La composición de las llamadas prótesis PIP no se conoce con exactitud, pero sí se sabe que la silicona de base que se usó para la fabricación de muchas era de tipo industrial. Las PIP, entre otros compuestos, contienen un aditivo para carburantes.

El índice de rotura de otras marcas en el mercado es de sobre el 0,5% al 1%, por lo que la vida de una prótesis moderna (que no sean las PIP) suele ser de entre 20 y 25 años dentro del cuerpo sin que por ello haya algún tipo de problema. Pasados esos años, los implantes deben ajustarse o cambiarse por otros mediante cirugía, pero en el caso de las PIP, el índice de rotura oscila entre un 7% y un 12% y el entrar nuevamente a un quirófano para cambiarlas debería ser de entre 3 y 5 años.

De ahí que no les falte razón a las decenas de castellonenses afectadas, cuya asociación prepara una demanda similar a la que ahora se juzga en Francia para exigir que cirujanos, proveedores y Ministerio paguen el cambio.