Una de las principales conclusiones de los debates que se vienen realizando sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC) es que va a haber una transición hacia una agricultura más ecológica. Se plantea en estos momentos que el 30% de los pagos directos a los agricultores se destine a quienes realicen determinadas prácticas ecológicas y medioambientales. Pase lo que pase al final lo cierto es que las directrices se dirigen en este sentido.

España es el principal país productor ecológico tanto en volumen como en superficie de toda la Unión Europea, pero sin embargo está muy a la cola en el consumo. Mientras un español consume al año una media de 18 euros en alimentos ecológicos, un suizo está en 152 euros/año y un danés en 142. Así, no resulta extraño que el 90% de la producción salga al exterior.

Desde la Unió de Llauradors hemos puesto en marcha un proyecto de cultivo, venta y distribución de estos productos: puntdesabor, que esperamos consolidar. Todos debemos poner nuestro granito de arena para incentivar su uso pues los expertos consideran que son más saludables al tener todos aquellos elementos que se consideran buenos para la salud y no tienen nada de lo que se considera perjudicial. Poseen más sabor porque conservan mejor sus propiedades naturales al tener menor proporción de agua que los convencionales porque los abonos químicos, prohibidos en agricultura ecológica, hacen que la planta absorba más agua y por tanto crezca más rápida. También tienen más materia seca que es lo que le da el sabor a un alimento. La biodiversidad es otro valor fundamental dentro del estilo de vida de la producción ecológica.

Para avanzar en la agricultura ecológica no hay que poner trabas. Los efectos de los impagos de la Generalitat provocan una cadena que perjudica a todos y así el Comité de Agricultura Ecológica ha decidido subir las cuotas para todos los operadores ecológicos que amenaza la viabilidad de un sector en auge. La reducida dimensión territorial de nuestras explotaciones por el minifundismo provoca que la mayor parte de los agricultores ecológicos se quede sin ayudas y además deba pagar ahora más por producir. Si queremos apostar por este tipo de agricultura todos debemos ayudar y no torpedear. H