Las elecciones municipales del 2007 fueron las primeras que Alberto Fabra encabezó como candidato a la Alcaldía de Castellón. Había sido en varias legislaturas concejal de Urbanismo en el equipo de Gimeno, pero éste, a mitad de legislatura, tuvo que presentar la dimisión por exigencias de su partido, accediendo Fabra a la alcaldía. Esas elecciones se celebraban en una atmósfera de impunidad para el PP, ya que tenían la convicción asentada en los 16 años anteriores que las urnas limpiaban todas las ilegalidades y artimañas. Compraban voluntades y se saltaban procedimientos. Orange Market, la empresa del caso Gürtel que dirigía Álvaro Pérez, el Bigotes, organizaba actos electorales con dinero ilícito, como denuncia la Agencia Tributaria y consta en el sumario judicial.

Sirvan como ejemplos la financiación de los dos libros laudatorios que dos periodistas le escribieron al candidato a alcalde y que fueron presentados en precampaña. Al acto de Castellón asistieron más de 2.500 personas. Su transporte hasta el recinto, los canapés, cena fría y el regalo de los libros, fueron pagados por alguien. Era tal la sensación de impunidad que para alcanzar renombre más allá de las fronteras provinciales no dudaron con repetir la hazaña en Valencia y Madrid. Nunca explicó el alcalde ni su partido su financiación. La Agencia Tributaria, al cruzar datos de la contabilidad de Orange Market con la contabilidad electoral presentada por el PP, eleva a 3,5 millones de euros los pagos opacos y las aportaciones irregulares a través de Gürtel ese año, y concluye que el PP ejecutó, tanto en el 2007 como en el 2008, un monumental fraude. Hacienda revela, que Carlos Fabra y Francisco Martínez protagonizaron donaciones para actos de partido no incluidos en la contabilidad electoral.

Alfonso Bataller era en ese momento subsecretario de Sanitat de la Generalitat con el conseller imputado Manuel Cervera. Entonces conformó y firmó unas facturas que para evitar procedimientos transparentes y públicos fraccionó en 4 partes. Financió de igual manera un vídeo promocional de un hospital. El juez acaba de quitarle la imputación al afirmar que no había sido él quien eligió la empresa ni había negociado la cantidad a pagar, ya que el responsable había sido su antecesor en el cargo.

El PP, en esas elecciones fraudulentas, obtuvo de manera ilegítima la alcaldía de Castellón al obtener 14 concejales, siendo el PSPV la segunda opción con 12 i el Bloc con 1. ¿Alguien asumirá las consecuencias de las malas prácticas en la campaña electoral del 2007? ¿Se podrá restituir la verdad de unas elecciones amañadas? H

*Secretario general local del PSPV-PSOE de Castellón