Nos acercamos a la época del año en el que más veces acudimos a los restaurantes. Bien sea por una cena de empresa, por una comida familiar o por compartir mesa y mantel con nuestros amigos, diciembre es el mes en el que en mas ocasiones comemos fuera. Al igual que ocurre en otros negocios, los restaurantes juegan con la psicología para hacer que la factura suba un poco más.

Se ha estudiado la psicología del consumidor a conciencia para conseguir incrementar la facturación en este sector. La carta de los restaurantes, especialmente diseñada (medidas, formato y color), es un elemento clave para conseguirlo. Una técnica muy usada es no acompañar la cifra del precio del plato con el símbolo del euro. Al parecer, asociamos el símbolo de la moneda con la propensión al ahorro. Otra estrategia efectiva es poner nombres a los platos. Parece que la Dorada sobre un lecho de verduras al estilo de la abuela María despierta mas confianza y nos inclina mas a pedir el plato, que si la denominación fuera mas simple. Además, los clientes se muestran más satisfechos con la calidad del plato ya que se parte de una predisposición a disfrutar de ellos. Por último, en la carta se suelen incluir algunos platos con precios desorbitados (que rara vez se piden), pero que sirven de señuelo para establecer comparaciones y que el comensal se quede con la percepción de que los platos elegidos son mas económicos de lo que son en realidad. H

*Psicólogo clínico

(www.carloshidalgo.es)