Si de un monumento estamos orgullosos los castellonenses, ese es nuestro emblemático Fadrí. Nuestro soltero de oro, que se erige en la plaza Mayor y ha sido testigo de la historia de Castellón. Un edificio que forma parte de nuestro patrimonio histórico y que ahora, gracias a la Fundación Iberdrola y al Ayuntamiento de Castellón, verá embellecida su imagen con la iluminación de su fachada con luces de tecnología led, energéticamente eficiente y sin daño alguno para el edificio. Un innovador sistema de proyección de imágenes mediante esos leds de colores se suma a dicha iluminación, con la que ya cuentan una veintena de monumentos en toda España. Y el Fadrí formará antes de final de año a este grupo de edificios privilegiados que, gracias a esta iluminación, lucen de noche en todo el país.

Este proyecto de iluminación de monumentos históricos como nuestro Fadrí no es el primero que la Fundación Iberdrola realiza en España y ha realzado con leds edificios tan emblemáticos como la Mezquita del Cristo de la Luz (Toledo), que data del año 999, o la Real Colegiata de Santa María la Mayor, de Toro (Zamora). Dos recintos emblemáticos del panorama cultural español y que, por cierto son también BIC, al igual que lo es nuestro Fadrí. Esta misma semana, voces nacionalistas, y en especial el portavoz del Bloc-Compromís en el Ayuntamiento de Castellón, Enric Nomdedéu, se alzaban contra este proyecto de iluminación que no ha dañado ningún edificio donde se ha instalado, solamente con el único objetivo de intentar frenar las mejoras y el embellecimiento de la ciudad. Si no, ¿con qué excusa salen a la palestra criticando este medida? Bajo su política del “no, no y no”, muestran su contrariedad porque no quieren al Fadrí. Si de verdad defendieran los intereses de Castellón, ya se habrían dado cuenta de que el Fadrí puede lucir iluminado e igual de espectacular que la fachada de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, en Valdemorillo (Madrid), la capilla del monumento del Real Colegio Seminario del Corpus Christi de Valencia o la basílica del Monasterio del Escorial, en Madrid.

Y desde el equipo de gobierno que lidera nuestro alcalde, Alfonso Bataller, con una política de compromiso y sensatez, no vamos a renunciar a un proyecto que asume la Fundación Iberdrola y que contribuirá a mejorar nuestra ciudad. Dejar pasar esta oportunidad solo tendría un nombre: irresponsabilidad y desprecio por la ciudad. Y de eso no sabe el grupo municipal del PP. Igual la oposición sí. H

*Concejal de Sostenibilidad en el Ayuntamiento de Castellón