483 kilómetros separan Almassora de Pamplona. Sin embargo, parte de mis vecinos han hecho suyas estas fiestas. A las ocho de la mañana son muchos los que en Almassora estamos frente al televisor para ver el encierro pamplonica, que comentamos al llegar al trabajo con los compañeros. Este año, de nuevo, el protagonismo del encierro ha dado pasado a las noticias sobre violaciones y abusos sexuales que se producen en estos días. No podemos dejar que se convierta en tradición, ni resignarnos ni acostumbrarnos a que las mujeres sean víctimas de las fiestas.

Hace unos meses celebramos las fiestas de Santa Quitèria y desde la Concejalía de Participación quisimos recordar con una pulsera aquello de “No faces tractes amb els maltractes”, conscientes de ese maridaje perverso que últimamente se produce: fiestas y violencia de género. La lucha contra la violencia machista y la desigualdad ha de ser una constante siempre, al igual que la adopción de medidas preventivas durante las celebraciones.

Desde la Concejalía de Igualdad trabajamos durante todo el año para formar e informar a la juventud sobre la necesidad de respetar y hacerse respetar, inculcando desde todos los ámbitos la tolerancia cero contra la violencia de género y así lo seguiremos haciendo, sabedores de que es una ardua tarea, pero sin desfallecer en el intento de que llegue el día en que solo las fiestas sean las protagonistas. H

*Primera teniente de alcalde de Almassora