Pronto hará dos años desde que el Ayuntamiento de Borriana funciona de una forma diferente, con otros objetivos y, definitivamente, a otro ritmo, a otra velocidad con la que queremos recuperar el tiempo perdido en muchos campos que afectan a la vida diaria de nuestra ciudad. Por eso, nuestro trabajo tiene como fin seguir ganándole tiempo al futuro, llevando a cabo proyectos totalmente bloqueados o olvidados que son clave para mejorar el porvenir de la ciudadanía. Y como la mejor forma de ganarle tiempo al tiempo es el trabajo diario, el esfuerzo y la puesta en marcha de proyectos comunes, la visita de la pasada semana del Molt Honorable president de la Generalitat, Ximo Puig, a Borriana, es el reflejo perfecto de nuestra pasión por mejorar los servicios que prestamos desde el consistorio.

Hablando de tiempo (pasado y futuro), la primera respuesta del president Puig a los medios fue tan sencilla como contundente: «La historia de los barracones en Borriana está muy cerca de su fin». Y eso que el inicio de la historia se remonta al 2006, cuando el colegio Cardenal Tarancón instaló lo que para nosotros son los «barracones de la vergüenza». Once años más tarde (sí, nada menos que once años), por fin hemos conseguido con ese trabajo conjunto y esfuerzo común, levantar el nuevo centro educativo y hacer que este próximo verano los barracones pasen a ser historia, sean parte de un pasado que no debemos dejar que regrese a nuestra ciudad.

Con la misma intención de recuperar el tiempo perdido, nuestra anhelada construcción del vial de unión del Port y la ciudad está muy cerca de ser una realidad y no un «proyecto de futuro» como tantas veces nos vendieron, un futuro que jamás se convertía en presente. Ese es nuestro objetivo y nuestra meta: un futuro que vamos ganando, convirtiendo en presente los proyectos, servicios, mejoras, prestaciones municipales que durante el pasado solo fueron promesas. Y en esas continuaremos en Borriana, para hacer del presente nuestro mejor aliado y volver a hacer que nuestros vecinos y vecinas vivan en él, y no anclados en un pasado de barracones, ni en un futuro basado en las promesas incumplidas.

*Alcaldesa de Borriana.