Querido lector:

El fútbol es un deporte de masas, un espectáculo mediático como pocos existen, han existido y existirán en todos los órdenes de audiencia, de informaciones añadidas y colateralidad y es un negocio que mueve miles de millones de euros al año en todo el mundo.

Y en esa coyuntura donde hay buenos y malos navegantes tenemos en la provincia de Castellón a un club casi único, el Villarreal CF, que ha sabido navegar por esas procelosas aguas desde su humilde origen hasta consolidarse en la máxima categoría de una de las ligas más importantes del mundo durante 15 años.

Una década y media con algún susto que otro, claro, como el descenso a Segunda tras un cúmulo de infortunios que pocas veces se ha dado, pero que en la temporada que viene, la 15 en Primera, jugará tres competiciones, una de ellas la Liga Europa, tras una campaña pasada que le llevó del ascenso hasta el acceso a puestos europeos.

Cuando muchos clubs con mucha más historia y con sede en ciudades o capitales nada comparables a los 50.000 habitantes de Vila-real sufren o han sufrido quiebras, concursos, descensos... con verdaderos calvarios deportivos, administrativos o económicos (léase Valencia, Zaragoza, Osasuna, Racing de Santander y un largo etcétera) y el artífice del milagro amarillo, Fernando Roig, tras el impasse vacacional vuelve y dice que el Villarreal hará un equipo competitivo para esas tres competiciones, para lograr superar los 20.000 socios y para anunciar la inminencia de una segunda ciudad deportiva, no hay más remedio que creerle. Su trayectoria le ampara.

El Villarreal no hará grandes alharacas como Madrid o Barça, que ya se pelean por las nuevas estrellas del Mundial, porque ni puede ni debe hacerlo. Como estamos viendo con las noticias que se suceden sobre el mercado futbolístico, los Roig se están moviendo con practicidad, visión de futuro y la máxima discreción. Habrá refuerzos bien pensados y habrá salidas, siempre honrosas. Habrá más socios que nunca y habrá más cantera. Pero sobre todo habrá continuación con garantías.