Desde el gobierno provincial creemos en un modelo de Diputación más eficaz y eficiente, más transparente y más útil. ¿Más útil para quién? Para los ciudadanos y para los pueblos.

La semana pasada el presidente Moliner presentó los Presupuestos para el 2018. Los del 2017 lograron un consenso inédito, tras aparcar las diferencias que nos separan en pos de encontrar consensos de partida. Nos felicitamos entonces y esperamos poder felicitarnos ahora, porque por más talante dialogante que uno tenga, hace falta que los demás también lo tengan para poder llegar a puntos de encuentro y es justo reconocer que el presidente Moliner y su equipo hemos encontrado hasta ahora en todos los grupos una firme voluntad de diálogo.

El estilo Moliner con que funciona la Diputación no tendría este sello sin la colaboración del resto de grupos políticos y por eso vamos a seguir explorando ese consenso en la búsqueda de un modelo de gestión excelente, transparente, participativo y racional. Un modelo que haga crecer y reequilibrar más y mejor todo el territorio. Un modelo próspero e igualitario demanda acciones que respondan a las exigencias donde el consenso y el diálogo jueguen un rol fundamental en el desarrollo de la provincia de Castellón.

Nuestro principal desafío en la actualidad es el futuro de nuestros pueblos. Por eso hemos planteado un presupuesto para luchar contra la despoblación.

Para esta Diputación, un vecino de Caudiel, Tirig o Villores tiene el mismo derecho a disponer de una carretera, una depuradora o alumbrado público que una persona de Burriana, Vila-real, Castellón o cualquier municipio grande de la provincia. Pero también es tiempo de servicios, que generen oportunidades a la gente y que ayuden a lanzar ese gran proyecto de territorio que es la provincia de Castellón.

Y en todas las acciones que se han de llevar a término, estamos dispuestos a escuchar y dialogar. No queremos gobernar desde la imposición, sino admitiendo cualquier propuesta que sea buena para el territorio y para las personas de esta provincia.

El reto fundamental es el empleo que permite mantener el arraigo a la población, y a partir de ahí, la calidad de los servicios necesarios para mantener el mismo nivel de calidad de vida en toda la provincia.

En estos seis años de gestión del presidente Moliner, hemos triplicado el dinero destinado a inversiones en los pueblos con el fin de crear espacios de oportunidades y de mantenimiento de servicios para que el mundo rural y el urbano puedan convivir y encuentren sinergias de colaboración. Y hemos trabajado para divulgar y promocionar la marca de Castellón como atractivo para turistas, inversores e iniciativas generadoras de riqueza.

Entre todos hemos de conseguir que Castellón sea el mejor lugar para vivir, para que vivas donde vivas, dispongas de las mismas oportunidades.

*Vicepresidente de la Diputación Provincial de Castellón