La agenda me recuerda que acabo de cumplir mi tercer mes al frente de la Alcaldía de Almassora. Cómo olvidar aquella mañana de emociones, ni tampoco la frase con la que concluí el discurso de investidura: «afrontem el futur sabent qui som, d’on venim i on volem anar». Y de entre todos los propósitos que tengo marcados, en la meta siempre están los vecinos. Ellos y sus circunstancias nos han llevado a marcar una línea roja antes de redactar el presupuesto del 2018: no habrá ninguna subida de impuestos el próximo año.

Las cuentas de Almassora, las más saneadas de la última década según la Tesorería, permitirán mantener el periodo de pago a proveedores en los márgenes actuales (de entre los mejores de la provincia) y garantizar una línea de inversiones acorde a las necesidades del municipio sin que ello repercuta en el bolsillo de los contribuyentes mediante mayores impuestos. Más bien será al contrario: desde hace algún tiempo algunos jubilados nos comentaron sus dificultades para poder pagar dentro de plazo los tributos municipales y, tras consultar con Intervención, el concejal de Hacienda, Santiago Agustí, confirmó que sería posible ampliar el periodo de pago voluntario de recibos para que cumplir con las obligaciones no suponga un lastre a final de mes.

Pero no es la única medida fiscal que entrará en marcha con el nuevo año. Este equipo de gobierno se ha propuesto premiar a los conductores que apuesten por la sostenibilidad y, por ello, bonificaremos el impuesto de vehículos a los propietarios de aquellos que sean más respetuosos con el medio ambiente. Y si el 17 de junio prometía tener bien claro «on volem anar», mi respuesta es hoy la misma: hacia los que más sufren. Solo con políticas de acción social, dejando la caridad como última vía, lograremos la igualdad real. En ese propósito se enmarca el Plan de Dignificación de la Vivienda Social de la consellera María José Salvador en el que, además de Agustí, han trabajado codo con codo las concejalas de Urbanismo, Carmina Martinavarro, y Bienestar Social, Diana Belliure, para que en 2018 el IBI de estos inmuebles se reduzca en un 95%. Ya no hay duda de «qui som».

*Alcaldesa de Almassora