Querido lector:

Tal y como avanzó Mediterráneo el sábado, el primero de los informes encargados por el Ministerio de Fomento para trasladarlo al Ministerio de Industria, el correspondiente al Instituto Geográfico, es taxativo: la inyección de gas en el depósito del proyecto Castor fue la causa de los cientos de seísmos registrados en la costa norte de la provincia en septiembre y octubre pasados.

Es más, tal y como detallamos hoy conforme lo corrobora este informe, los terremotos provienen de la afectación de la inyección del gas a una falla no cartografiada ni identificada y distinta a la falla de Amposta, que hasta ahora era considerada la causante.

Esta situación nueva va a provocar que los estudios y comprobaciones deban alargarse al menos otros dos años más, según el Instituto Geográfico Español, lo que agrava más si cabe la chapuza en que se ha convertido este proyecto de almacenamiento submarino regulador de gas que ha costado la impresionante friolera de más de 1.800 millones de euros y sobre el que, en teoría, se realizaron todos los estudios geológico-sísmicos pertinentes.

El Gobierno ha encargado informes también al Instituto Geológico y Minero y a consultoras internacionales. Y lo normal es que sus dictámenes no difieran sobremanera de las conclusiones que ya ha señalado el primero en hacerse público, aunque su lenta elaboración vaya sirviendo al ministro Soria para retrasar una decisión que conforme pasa el tiempo se va a hacer inevitable. Y no es otra que la paralización total del Castor por inseguro para la integridad física de las personas si nos atenemos a la declaración de intenciones del Gobierno de primar la seguridad por encima de todo. Así lo han solicitado ya los alcaldes de los municipios afectados y las organizaciones ecologistas.

Si esta decisión va por esta línea, además del lío económico, habrá que depurar responsabilidades. No puede quedar impune un malgasto de estas características ni una construcción tan chapucera. Más si aumentan por esta razón la factura del gas de cada ciudadano.