Un año más conmemoramos la fiesta del 1º de Mayo, la única fiesta obrera del calendario. Desde hace más de 100 años millones de trabajadores y trabajadoras han alzado este día su voz para reivindicar una sociedad más justa en la que se garanticen derechos sociales, laborales y políticos para los trabajadores y trabajadoras. Desde su establecimiento nuestra sociedad ha avanzado en muchos aspectos, pero lamentablemente, y especialmente en los últimos años, esta jornada sigue siendo la cita más importante para denunciar los problemas que sufren millones de trabajadores y trabajadoras en nuestro pais.

Este 1º de Mayo se conmemora en un contexto de creciente incertidumbre económica, tanto a nivel europeo como mundial que confirma que la crisis económica no es un recuerdo del pasado sino que sigue furtemente instalada en nuestra sociedad, socavando los cimientos de nuestro modelo de protección social, precarizando las condiciones laborales e incrementando la pobreza y la desigualdad. Para los trabajadores y trabajadoras no habrá salida de la crisis mientras no se produzca una recuperación del empleo estable, de los derechos laborales arrebatados y un incremento del poder adquisitivo de los salarios que permita una mejora de las condiciones de vida y de trabajo de todos aquellos que fueron más duramente castigados por la crisis, porque aunque la falta de empleo es el principal problema de nuestra sociedad en los últimos tiempos se va consolidado una terrible realidad, que tener un empleo, o en algunos casos varios, no garantiza una vida digna.

Por ello para la UGT, al igual que venimos reclamando desde el inicio de la crisis, es necesario un cambio urgente de la política economica y laboral de nuestro país si no queremos condenar a la exclusión social y a la marginalidad a una parte importante de nuestra sociedad. Lamentablemente quienes nos han gobernado durante la última legislatura no han tenido como prioridad promover una salida justa de la crisis, sino que hicieron todo lo posible para, utilizandola como excusa, poner en marcha un programa de reformas que no solo ha tenido un impacto brutal en las condiciones laborales y salariales de los trabajadores y trabajadoras, sino que han tenido como objetivo acallar cualquier atisbo de contestación social recortando el ejercicio del derecho de reunión o manifestación, o actuando judicialmente contra cientos de trabajadores y trabajadoras que legitimamente han ejercido el derecho de huelga en defensa de sus intereses.

Así pues en este contexto de incertidumbre económica, de incremento de las desigualdades, de retroceso de derechos económicos y laborales los trabajadores y trabajadoras hemos de alzar de nuevo la voz para exigir más democracia, más igualdad, más derechos laborales, sociales y politicos, y este año esas reivindicaciones son especialmente necesarias ante una situación política cuanto menos desconcertante, en la que las trabajadoras y trabajadores ven con absoluta impotencia e incredulidad como no ha sido posible conformar un gobierno de cambio progresista que enviara al banquillo a las políticas del PP que tanto daño han hecho a nuestra sociedad.

Por lo tanto este Primero de Mayo, ante el escenario de unas nuevas elecciones generales, ha de servir de nuevo para denunciar la situación que padecen miles de castellonenses que siguen sin poder acceder a un empleo, la mayoria de los cuales ya no perciben ningún tipo de prestación, para denunciar las indecentes condiciones laborales que cada día sufren otros miles que han de trabajar jornadas completas firmando contratos a tiempo parcial y percibiendo salarios de miseria, porque eso es lo que hay, para denunciar la lacra de la siniestralidad laboral que encuentra en la precariedad laboral su mejor caldo de cultivo, para denunciar el incremento de la desigualdad salarial y la violencia laboral hacia las mujeres, para denunciar la precariedad laboral de nuestros jóvenes que los condena a un futuro de inseguridad laboral y lastra sus posibilidades de desarrollar un proyecto de vida digna, obligandoles a tener que marcharse y poder tener un futuro, para reivindicar unas pensiones dignas para nuestros mayores, muchos de los cuales han sido estos años el sosten de sus familias, para exigir unos servicios públicos universales y de calidad, que reconozca a sus profesionales y proteja a los más debiles.

Este Primero de Mayo denunciemos las mentiras de un sistema que hecho más ricos a los que ya lo eran y que tiene como objetivo, si por ejemplo se se firma el TTIP, seguir haciendolo y exigamos un pais más decente, solidario, justo y con derechos sociales y laborales, un país de oportunidades para los más débiles y, esta vez sí, un gobierno al servicio de la ayoría social que ha sido brutalmente castigada por unas políticas al servicio de los más poderosos. H

*Secretario general UGT-CS