El lenguaje ayuda a construir la realidad. La forma en que nos expresamos, lo que contamos, cómo lo hacemos... tienen consecuencias. Tanto si es de forma hablada o escrita, nuestro mensaje deja huella. Por eso es tan importante que cuidemos las palabras. Las personas que estamos en el espacio público tenemos una gran responsabilidad, porque lo que decimos tiene más eco, llega más.

Hablar en público obliga a hacer un esfuerzo especial para que el mensaje sea integrador, para que nadie se sienta agredido. La educación del pasado no ayudó, precisamente, a formarnos en el valor de la diferencia y hemos de compensar ese déficit con más sensibilidad.

El lenguaje es sexista como consecuencia de la marginación histórica del universo femenino, del androcentrismo que ha dominado el mundo hasta hace bien poco. El poder masculino ha implantado el silencio, la omisión y también la invisibilización de las mujeres, por no hablar, puramente, de desprecio.

Queda mucho por hacer para vencer la inercia de la Historia. Todas y todos tenemos la obligación de contribuir a la inclusión a través del lenguaje. Mi compromiso personal es hacer lo posible, cada día, para romper las barreras del lenguaje que nos separan y excluyen, y mi compromiso público, intentar que el Ayuntamiento de Castellón, a partir del 2015, también ayude a construir una ciudad en igualdad. H

*Portavoz socialista en el Ayuntamiento de Castellón