Estoy orgullosa de Castellón. Ante los trágicos atentados de Cataluña, nuestra ciudad ha dado muestras de solidaridad y de respaldo a quienes han sufrido la barbarie de la violencia sin sentido. Las castellonenses y los castellonenses hemos expresado la condena más absoluta al ataque a una ciudad hermana y amiga que ha sido víctima de la irracionalidad.

El pueblo de Castellón ha mostrado, una vez más, su apoyo a las víctimas. Repudiamos las acciones salvajes como las ocurridas en Barcelona, o como las que se querían perpetrar en otras ciudades catalanas. Y por eso hemos manifestado nuestro dolor compartido, porque todas las ciudades de España y del mundo somos Barcelona estos días.

La Plaza Mayor reunió el viernes a la ciudadanía de buena fe que quiso gritar en silencio contra el terrorismo. Pero todos y todas, quienes estuvimos en el epicentro de Castellón y quienes no pudieron estar, pero estaban de corazón, hemos llorado y compartido el sufrimiento de Barcelona y de las familias de las víctimas. Así se lo transmití a la alcaldesa Ada Colau en un telegrama que era, sobre todo, un enorme abrazo virtual de Castellón.

De la misma manera que nos sumamos a los apoyos recibidos por los cuerpos y fuerzas de seguridad, todos, el autonómico y los estatales, que, cada uno, en función de sus competencias y su capacidad, luchan a diario por garantizar nuestra seguridad, aunque siempre no sea posible. También a los servicios sanitarios y civiles que, en medio de la conmoción general que hemos vivido, han respondido con grandeza, dignidad y responsabilidad. Y de forma especial a las personas que, a título individual, están dando muestras de generosidad en unos momentos extremadamente difíciles para todos.

Sé que castellonenses residentes en Barcelona se han sumado a la respuesta ciudadana y están demostrando su solidaridad ayudando en lo que está en su mano. Es un gesto que les honra y una muestra de humanismo como el que nos gustaría recibir si Castellón se viera en circunstancias tan tristes como ésta. Esperemos y deseemos que nunca lo veamos.

EN ESTOS momentos de desolación es cuando más evidente se hace la necesidad de la unidad de acción contra el terrorismo. Hay quienes se preguntan por qué es necesario expresar ese rechazo, por qué compartimos unos minutos de protesta callada ante el Ayuntamiento. La respuesta es clara: queremos decir alto y claro que estos actos bárbaros no tienen sentido ni justificación posible, que no nos amedrentarán, que la fortaleza de la democracia y los valores de paz y convivencia son más firmes que nunca. Ningún cobarde asesino nos los arrebatará.

La libertad es un derecho natural de la persona, fundamental y superior, que debemos ejercitar de forma activa. Cada día, cada hora, cada minuto. Luchemos juntos por la libertad. Siempre.

*Alcaldesa de Castellón