Estos días hemos vivido un goteo incesante de vergüenza e indignación debido a las imputaciones del Partido Popular de la Comunidad de Madrid.

El caso PP demuestra que hay dos maneras de combatir la corrupción y la politización de la justicia española. Una, desde el Congreso y otra, desde el circo. Así, mientras Ciudadanos elimina los aforamientos en Murcia, propone una reforma urgente de la Fiscalía e impulsa una comisión de investigación sobre la financiación irregular del Partido Popular en el Congreso, Podemos propone una moción de censura sin apoyos ni candidato. Está más cerca de averiarse como su Tramabus que de destronar a Rajoy del Gobierno.

Seamos serios, es Podemos quien de nuevo hace un favor al presidente del Gobierno, con su número de circo, como ya lo hizo en su día votando no a la investidura de Pedro Sánchez. La solución a los problemas de España desde luego no pasan por hacer presidente, vicepresidente o ministro a Pablo Iglesias, sino por tomar medidas rigurosas como las que propone Cs.

Medidas que quedaron ya recogidas en la tramitación de la Ley Ómnibus y entre las que cabe destacar la eliminación de los indultos por corrupción, la protección al denunciante o la tipificación del delito de enriquecimiento ilícito. En esto consiste la nueva política.

Si realmente estamos dispuestos a cerrar los líos, si realmente queremos regenerar las instituciones españolas y terminar con la lacra de la corrupción ahora es el momento más idóneo. El PP ya no tiene la protección del rodillo en la cámara por lo que tendrá que atenerse a las decisiones que voten la mayoría, sea o no sea de su agrado, y en ello está Ciudadanos, en proponer su modelo de país y los cambios necesarios para el futuro.H

*Diputada de Ciudadanos en el Congreso por la provincia de Castellón