El Consell de Alberto Fabra despidió el Año Viejo con una deuda contra todos nosotros de más de ochenta y cuatro mil millones (84.000.000.000) de euros y nos ha traído para Reyes a las personas con discapacidad el desmantelamiento (Decreto 7/2013, de 4 de enero) del Instituto Valenciano de Atención a los Discapacitados (Ivadis) y la Agencia Valenciana de Prestaciones Sociales SA (Avapsa). Aquel, buque insignia de Rafael Blasco, y esta, invento de Alicia de Miguel cuando cada uno de ellos dirigía Bienestar Social, para entretener a los afectados y para cosas peores.

En efecto, lo que fue vendido como “la salvación” de los diversofuncionales valencianos es ahora basura administrativa, alegando que las ansias de recortar exigen una nueva manera de engañar al personal, con nuevos inventos para embaucar e hipnotizar al colectivo. Así pues, don Alberto se saca de la chistera --emulando a Zaplana, a Camps, a Blasco y al otro Fabra-- ¡el tercer Instituto!... el Instituto Valenciano de Acción Social (IVAS), como vemos por su propio nombre, muy cercano ya a la Acción Católica de siempre. El malabarista juega ya con tres pelotas.

“¡Pero Ximo --me decía un vecino-- ahora funcionará mejor!”

“¡No!”, le dije yo. El malabarismo funciona siempre igual: con una pelota al aire, con dos, con tres o con ocho. Precisamente las pelotas son las que embaucan al público pagano del euro. Cuantas más pelotas vuelan, más se cree las mentiras del prestidigitador o mago del embuste.

Sepamos que con el IVAS hay una cláusula que impide que se gaste un euro más que con el Ivadis y Avapsa juntos. Es decir: habrá el mismo dinero para la mitad de enchufados; así gobierna el Partido Popular. Los discapacitados... ¡a mirar cómo actúa el malabarista!

El Equipo Fabra es un genio del malabarismo: lo ejecuta magistralmente con los retrasos, los impagos, los recortes, los cierres, los despidos masivos; con la cancelación de planes, programas, proyectos, inversiones, ayudas, subvenciones...

¿Hasta cuándo esta incompetencia selectiva? H