Querido/a lector/a, un tipo de mis características, que escribe de política y habitualmente se mete con la derecha, cuando pasa una historia como la del máster de la ministra de Sanidad del PSOE, le llegan WhatsApp y correos electrónicos con preguntas y afirmaciones como estas: ¡son todos iguales!, ¿y ahora que?, ¿criticaras al PSOE?… Demandas de explicaciones que me parecen lógicas y hasta de agradecer. Así es que, después de ratificarme en la idea de que no todos son iguales, porque en política hay mucha gente honesta que desarrolla la necesaria mediación sin prebendas especiales, he de reconocer que no me extraña lo de Montón. Posiblemente porque en nuestra historia democrática existen demasiadas ocasiones en las que los políticos se comportan como enemigos de la política. Pero, también, porque tengo la impresión de que este tipo de tropelías y pequeños intereses ( no me refiero a traiciones de Estado), están en la condición humana de todos los partidos (independiente de ideologías). Los partidos políticos existen en el marco de este mundo donde los valores influyentes no son los de la ética, solidaridad… Por lo tanto, no me extraña. En el caso del máster de la Ministra, ya han aparecido datos y contradicciones para que los entendidos del PSOE en la materia sepan lo que ha pasado y si ha recibido trato a favor. Por lo tanto, si tiene razón y documentos, en gloriosa rueda de prensa con el Presidente del Gobierno y con la universidad implicada se aclara todo. En caso contrario, que es lo que creo que corresponde en esta ocasión, se le aconseja que dimita o se le cesa. No se puede perder de vista el PSOE no tiene mayoría, que ahí está Casado sin dimitir y debiendo marcar la diferencia, que en este tema ya no se tendrán aliados y que las elecciones esperan en la esquina. Querido/a lector/a, me duele el corazón, pero el compartir ideas y el afecto no puede servir para tapar sino para exigir.

*Analista político