Cuando Pablo Casado anunció su candidatura para presidir el PP, muchos medios de comunicación advirtieron de que tenía plomo en las alas porque estaba siendo investigado por presunto trato de favor en la obtención de un máster en el Instituto de Derecho Público (IDP) de la Universidad Rey Juan Carlos (URJ) de Madrid, el mismo que acabó con la carrera política de Cifuentes. La campaña de las primarias y la victoria de Casado hicieron que se olvidara el caso del máster, pero ahora reaparece porque la titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid ha impulsado la investigación.

La jueza ha imputado a tres compañeras de estudios de Casado en ese máster, lo que lleva a suponer que, si el flamante presidente del PP no fuera aforado por su condición de diputado, también estaría ya en situación de investigado. Pero eso solo puede hacerlo el Tribunal Supremo, al que la jueza trasladaría el caso si ve motivos para ello. De las 22 asignaturas, Casado solo cursó cuatro --las otras 18 le fueron convalidadas--, sin asistir a clase, con la entrega de cuatro trabajos de unos 90 folios en total, que la URJ no encuentra.

La universidad ha contestado a la jueza que son los profesores quienes deberían conservar los trabajos, aunque solo por un tiempo limitado. Los profesores son el director Enrique Álvarez Conde y Alicia López de los Mozos, ambos imputados ya por el caso Cifuentes. El máster de Casado corresponde al curso 2008-2009.

La jueza sospecha que en el IDP había dos tipos de grupos: los alumnos normales, que iban a clase, y los que tenían vinculación política (al PP) o académica a la propia universidad, que eran dispensados. Y ha pedido un informe a la Guardia Civil que trate de certificar los contactos políticos y académicos que tenían en la época Casado y cuatro compañeras. Casado era diputado autonómico de Madrid, una de las cuatro es hija de la mano derecha de Cifuentes; otra, subsecretaria en la Generalitat valenciana, y otra, profesora de la URJ.

El caso acumula, de esta forma, datos enormemente sospechosos que no pueden aclararse con sarcasmos como los que proceden del entorno del flamante presidente del PP, que sostienen que «el máster más importante que ha hecho Casado es ganar las primarias del PP» y que la investigación confirma que es el dirigente «idóneo». La investigación judicial debe continuar porque Casado, como Cifuentes, no puede gozar de privilegios ni prerrogativas.