El Gobierno español gravará a los bancos para financiar las pensiones. Pedro Sánchez anunció esta semana la creación de un nuevo impuesto a los bancos, destinado específicamente a financiar las pensiones ya que la Seguridad Social es deficitaria en España. «Vamos a aplicar un impuesto sobre el sector financiero con el objetivo de completar las contribuciones a la Seguridad Social y para ayudar a mantener el sistema público de pensiones y que éstas sean dignas para nuestros mayores», dijo.

«El problema de las pensiones es el desafío más importante para España, junto con el empleo y Cataluña», confesó Sánchez, quien recordó que, al igual que otros países occidentales, España se enfrenta a un envejecimiento significativo de su población. «En 10 años, ha habido un 25% menos de nacimientos en nuestro país», dijo, y señaló que la creación de empleos por sí sola no resolvería el problema de las pensiones.

El Gobierno anterior, el de Mariano Rajoy, se ha enfrentado en los últimos meses a las manifestaciones masivas de pensionistas que exigían un aumento en sus pensiones. Para pagar con éxito las pensiones en 2017, los conservadores habían otorgado un préstamo de 10 mil millones de euros a la Seguridad Social y el fondo especial previsto para este fin está casi agotado.

A finales de 2017, la deuda de la Seguridad Social, principalmente por el pago de pensiones, ascendía a casi 27.400 millones de euros. El cambio demográfico ha aumentado el peso de las pensiones en el presupuesto estatal, pasando del 21,6% al 29% del gasto en diez años.

Las pensiones deben tener, al menos, la garantía de subsistencia personal, pues de lo contrario nuestro país está abocado a una población de pensionistas cuyo 60% estaría por debajo del umbral de la pobreza.

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón