Un pueblo sin tradición es un pueblo sin porvenir. Esta semana asistimos a las fiestas fundacionales de la capital y acabamos de disfrutar de tradiciones como las Fallas de nuestra provincia o el Carnaval de Vinaròs. En cada una de nuestras fiestas, el Gobierno provincial está presente ya que si hay algo que une y nos identifica como pueblo es, sin lugar a dudas, las tradiciones que nutren la provincia de Castellón y sus 135 municipios.

Nuestra memoria sentimental está ligada a lo que fuimos y el presente no es más que a donde nos ha traído el pasado. Pero además, en el caso de Castellón nuestras fiestas no sólo forman parte de nuestro carácter acogedor sino que son la mejor forma de darnos a conocer. Sí, las fiestas de la provincia también son una oportunidad económica sin comparación.

Castellón es la tierra en la que pasan las cosas buenas. Nuestra provincia es un ejemplo de convivencia y de respeto a las tradiciones y el Gobierno provincial siempre está al lado de las tradiciones y de aquellos que de forma altruista aportan a las 135 identidades de esta tierra.

Desde el Gobierno provincial estamos haciendo una clara apuesta por el municialismo y por generar oportunidades que impulsen la riqueza y la creación de empleo. Desde el punto de vista del liberalismo que siempre defiendo, el hecho de que los ciudadanos tengan más oportunidades genera una bajada de los impuestos y fortalece al libre mercado, generando nuevas formas económicas. Soy un firme defensor de la libertad y de provocar el talento.

De ahí que cada vez más nuestras fiestas sirvan para la creación de nuevas empresas y nuevos emprendedores que vienen a sumar en esta tierra, llena de vanguardia y de innovación. Es muy complicado saber cuál es el momento exacto en que alguien tiene una idea, el momento de la génesis es como un rapto de lucidez, como caer en la cuenta de algo de forma sorpresiva.

Las mejores ideas llegan cuando menos te lo esperas. Eso es lo que le pasa a los innovadores, con los emprendedores que arriesgan, que el talento les invoca a llegar a una conclusión certera y pese a la incertidumbre dan un salto hacia adelante para que ese conglomerado de cosas intangibles se convierta en una realidad.

Y ese es el verdadero papel de las administraciones: que nadie se quede sin poder conseguir que esa idea acabe siendo un éxito, ofrecer un colchón de seguridad para que todo el mundo tenga las mismas oportunidades desde la base. Desde la Diputación de Castellón tenemos claro que hay que seguir trabajando, desde el consenso y la cooperación, la escucha activa, para que desde cualquiera de los 135 municipios las oportunidades sean las mismas. Estén en la costa o en el interior.

No es casual que todos los meses la provincia sea la locomotora de la creación de empleo, no es casual que cada vez más empresas internacionales se fijen en nuestros recursos turísticos y apuesten por crear rutas con Castellón. Y que al talento que ha hecho grande esta provincia se sume cada vez más gente y más empresas.

Castellón es la tierra en la que pasan las cosas buenas. Y en eso debemos seguir, en que nuestra memoria y tradición innovadora sea la ruta de presente.

*Presidente de la Diputación.