Sobre la inmigración, vamos más allá de los enfrentamientos morales», manifiesta el exministro de Asuntos Exteriores francés Hubert Védrine, quien ha hecho un llamamiento a los líderes europeos para que vayan más allá de los debates teóricos e ideológicos y encuentren soluciones concretas. El diplomático hace varias propuestas para romper el punto muerto. Varios observadores avisan de que hay una crisis política en Europa, pero son más reacios a hablar de «crisis migratoria».

Según Hubert Védrine, la migración será permanente y, por lo tanto, el control de los flujos migratorios se convertirá en una política sostenible en Europa, pero también en países emergentes, África, Australia, Nueva Zelanda, Canadá... y por supuesto en los Estados Unidos. En cuanto a las solicitudes de asilo, desafortunadamente habrán muchas más, pero es imposible saber cuántas tragedias atroces arrojarán pueblos enteros a las carreteras.

El fenómeno de la migración se ve facilitado por los medios de transporte modernos, y Stephen Smith hizo bien en recalcarlo en El tropel hacia Europa, al elevar el nivel de vida en África. Y así es como se ha reconstituido una nueva «economía del tráfico humano», informando a los contrabandistas más activos.

En estos momentos, España está en el punto de mira de todos aquellos que desean llegar a Europa, habiendo estos abandonado, en buen número, la ruta italiana, y a la vista está con el reciente asalto a la valla divisoria en Ceuta donde los centros de acogida están sobresaturados. Los medios son insuficientes.

La UE ha ofrecido 6.000 euros por cada migrante acogido por cualquier país miembro, pero parece ser que esta oferta no es lo suficientemente atractiva por las consecuencias que la misma conlleva.

*Secretaría Área de Políticas Sociales y LGTBI PSPV-PSOE Castellón