No les ha pasado nunca que de repente un sonido repetitivo y persistente que les daba hasta dolor de cabeza, de repente desaparece sin más ni más, sin que tenga explicación? Es como si hubiera aparecido de la nada y se va del mismo modo. Pues eso es lo que ha pasado con las insistentes y inflexibles reivindicaciones de la nueva izquierda valenciana (que tiene de nueva lo que yo de pelo en la cabeza) sobre la financiación de las comunidades autónomas.

Los problemas de la sociedad valenciana y española parece que han pasado por alguno de esos santuarios donde se obran milagros con la intercesión divina --con todos mis respetos y salvando las distancias con estos lugares--. Desde que el señor Sánchez cumplió con su sueño de ser Presidente del Gobierno a costa de lo que fuera, a los del Botànic se les han curado todos los males de sopetón. Y a los demás nos han surgido una infinidad de preguntas.

¿Dónde quedan las demandas tan urgentes por las infraestructuras? Porque el autoproclamado presidente dice que no tiene tiempo y a todos les vale. Y yo lo entiendo, ¿eh? Porque debe de ser muy complicado llegar a gobernar sin el apoyo de la ciudadanía en medio de una legislatura en la que el PSOE ha obtenido los peores resultados electorales de su historia democrática.

¡Qué más da eso! Ahora gobiernan. Y no es tiempo de soluciones, sino de postureo, de maquillaje, de bocas calladas para que no entren moscas. A eso se dedican los Botànic. El beligerante señor Puig se ha convertido en nuestro Míster Wonderfoul valenciano. Todo es guay.

Porque el nuevo Presidente del Gobierno sufre una sospechosa amnesia que no sé yo si tendrá cura. No sé dónde debe haber quedado su supuesta apuesta decidida por la unidad del Estado, porque quienes le sustentan en el poder exigen los favores prometidos.

Ahora la financiación autonómica está en la parte final de la lista de prioridades de un Gobierno al que le exigen la retirada de todos los cargos contra los presos del secesionismo, que están convencidos de que lograrán sus propósitos porque saben que en frente tienen a unos políticos débiles y sin margen de maniobra. Apañados estamos.

*Concejal y presidente del PP Nules