Era el año 2006 y el PSPV de Almassora, entonces en la oposición, se sentó a negociar con 18 propietarios de la avenida Generalitat. Su objetivo era negociar, fuera de los tribunales, el pago de unas expropiaciones que entonces se cifraban en 10 millones.

Once años después, el PSPV, hoy en la alcaldía, se niega a negociar con una empresa, la adjudicataria del colegio Regina Violant, por un modificado de 800.000 euros que mantiene a 630 alumnos sin fecha para ocupar un nuevo centro educativo.

El PSPV de Almassora, que sí se sentó a negociar con 18 propietarios de terrenos en la avenida Generalitat el pago de 10 millones de euros, es el mismo que hoy rechaza negociar para dar solución a cientos de niños para alcanzar un acuerdo que permita desbloquear un modificado de obra valorado en 800.000 euros.

Sobran los argumentos. Almassora no merece políticos incapaces de negociar, de sentarse a dialogar, de buscar consensos y de llegar a encuentros. Es lo que defendió nuestro compañero Vicente Casanova en Les Corts Valencianes. Porque somos gestores, somos responsables y debemos mediar, trabajar todas las alternativas para resolver conflictos que lamentablemente enquistan posturas integristas.

La moción del PP aprobada en Les Corts desbloquea la búsqueda de soluciones que los dos ayuntamientos que gobiernan Almassora esperamos que ahora ratifiquen en pleno, después de que el 17 de noviembre el PSPV se negara con rotundidad a sentarse a buscar una salida al bloqueo que desde el 26 de enero se perpetúa.

Que desbloqueen este proyecto, en el que todos debemos aunar esfuerzos, y trabajen para dar luz verde a otros que anunciaron y hoy siguen siendo quimeras. Porque los dos ayuntamientos que gobiernan el municipio, los que garantizaron el rescate de los ciudadanos, son los mismos que imponen desde 2016 una subida del 15% de las basuras a los contribuyentes.

Cobrar para gastar, porque gracias a los bolsillos de las familias, PSPV y Compromís disfrutan de liquidez sobrada para contratar dos carpas, aunque solo se necesite una. Más de 15.000 euros gastados porque nos gobiernan dos partidos que nunca tuvieron un proyecto común más allá de ocupar los despachos del consistorio.

Tras más de dos años de gestiones paralelas, Almassora sigue esperando la ejecución de la pantalla verde, tan urgente y necesaria cuando ocupaban la oposición y tan innecesaria ahora que no han avanzado ni un ápice en su desarrollo. Ya no se acuerdan de la apertura del Camí Voramar, la que reclamaban para los vecinos y que garantizaban a los residentes de la costa. Unos ciudadanos a los que, por cierto, mantienen absolutamente olvidados.

Y no lo decimos nosotros, lo dicen los vecinos que, a las puertas de entrar en 2018, siguen viendo cómo el edificio 167, el que exigían derribar para sanear el entorno, sigue en pie por el deseo de PSPV y Compromís de proteger a sus colegas del Consell.

Un suma y sigue de incumplimientos por parte de quienes lanzaron mensajes populistas para crear dos estructuras de gestión a costa del bolsillo de Almassora. El que financia usted y yo sin que ninguno de los proyectos anunciados haya pasado de las palabras a los hechos.

*Portavoz del PP en Almassora