Ya no hay duda. Con el PP los pobres son más pobres, los ricos más ricos y la clase media está en peligro de extinción. Es la consecuencia de tres políticas: En primer lugar los recortes masivos en sanidad, educación y protección social, áreas a las que Fabra recortará 1.022 millones en los presupuestos del 2013. Recortes enormes en igualdad de oportunidades y en protección social que tendrán como consecuencia una sociedad valenciana que no queremos, llena de exclusión social y llena de diferencias. Recortes que apenas afectan a los que mas tienen ya que no necesitan ayudas sociales y pocos de ellos son usuarios de la sanidad y educación públicas.

En segundo lugar las subidas de impuestos para todos por igual. El IVA, las tasas universitarias o el impuesto de la gasolina han subido el mismo porcentaje para una persona en paro, para una jubilada o para la mas rica. Estas subidas afectan poco a quienes pueden ahorrar miles de euros al mes pero ahogan aun mas a quienes tienen dificultades para llegar a fin de mes a pesar de renunciar a muchas cosas básicas.

Y por último la obsesión con el ajuste rápido de las cuentas olvidando políticas de crecimiento económico, que son las únicas que pueden generar empleo para sacarnos de esta espiral maldita. La presidenta Dilma Rousseff recordó la pasada semana lo erróneo de dos décadas de “ajuste fiscal riguroso” en latinoamérica, un período en que “Brasil se estancó, dejó de crecer y se tornó un ejemplo de desigualdad social”. La historia debería servir para no repetirla aquí.

No podemos permitir que Fabra siga recortando la educación pública mientras mantiene conciertos innecesarios e ilegales que segregan según sexo. El PP solo impulsa la creación de Centros de Iniciativa Social, a los que la sociedad les regala el suelo y el concierto a 75 años para que hagan negocio con la educación y para que todo quede atado cuando el PP se vaya. No podemos permitir que conviertan la educación pública de calidad en educación pública de caridad.

No podemos permitir que vendan la salud de los valencianos al mejor postor. El PP está dispuesto a destruir el mejor sistema sanitario púbico del mundo. El mejor y el mas barato entre los de los países desarrollados. Y todo para convertir la sanidad pública en negocio. Lo que vimos en Castellón, negar la quimioterapia a una joven por tener caducado el permiso de residencia, negarle incluso parches para el dolor, es inhumano y es un aviso de que los recortes en sanidad acabarán matando.

No podemos permitir que Fabra en el 2013 tenga 126 millones para los grandes eventos mientras recorta los ya raquíticos fondos para dependencia o hace que los jubilados, con renta media de 766 euros al mes, adelanten a la Generalitat 25 millones de su bolsillo al comprar medicamentos.

No podemos permitir lo que Fabra hace con la economía valenciana: la está apagando porque no está pagando. Debe buscar ya soluciones, debe ejercer de presidente de la Comunitat Valenciana y dejar de ser el presidente de la morosidad valenciana.

No podemos permitir que Fabra se comporte como presidente del club de fans de Rajoy en la comunidad haciéndole la ola a lo que propone, por mas negativo que sea para los valencianos. No podemos permitir que sea incapaz de defender la financiación y las inversiones que merecemos o la eliminación de la tasa del gas.

No podemos permitir todo esto porque hay alternativa. Fabra puede recaudar mas de los que mas tienen, en vez de bonificarles con deducciones millonarias. Puede subir impuestos a grandes patrimonios, a grandes herencias o donaciones, o a la compra de artículos de lujo. Puede recaudar mas de los bancos, grandes beneficiados de la política del PP. Puede obtener así 500 millones de euros para poner en marcha políticas de empleo y parar recortes sociales. Puede recortar 9 millones en asesores y exigir a Rajoy un trato justo. Pero Fabra votó en contra de todo esto en las Corts porque el PP sigue a lo suyo: el negocio de unos pocos que pagaremos caro todos. H