A las puertas de las últimas elecciones municipales se realizó una encuesta a los vecinos de nuestra localidad quienes manifestaron la falta de aparcamiento público como una de sus principales preocupaciones. Había que dar una respuesta decidida a este asunto que ese mismo año comenzó a solucionarse mediante un contrato de arrendamiento de solares para dedicarlos a aparcamiento público gratuito, junto al cementerio municipal.

Pero la gran solución a este problema llegó con el contrato de arrendamiento con opción de compra del Centro de Estudios que permitió la construcción de un amplio aparcamiento de 400 vehículos en el mismo corazón de la ciudad, a las puertas del casco antiguo.

Toda esta gestión se complementaba con la licitación de un nuevo contrato de estacionamiento en zona azul que mejoraba las aportaciones al erario público y además permitía a los empadronados cuyo vehículo pagara impuesto de circulación en Peñíscola, elegir entre cinco zonas para la obtención de una tarjeta de aparcamiento gratuito.

Distintos eran los objetivos alcanzados, desde la rotación de vehículos en zona comercial, la satisfacción del empadronado, la consecución de más puestos de trabajo, la mejora para el erario municipal y sobretodo dar respuesta a las demandas ciudadanas. Y a los más críticos recordarles una cita de Quintiliano, “no es tan dañoso oír lo superficial como dejar de oír lo necesario”. H

*Alcalde de Peñíscola