Queridos compañeros -de parlamento-: ni estáis solos ni tenéis que dimitir por comprar libremente una vivienda en España. Es más, tenéis todo el derecho a que se os preserve la misma intimidad que a otros negasteis. Entiendo que es molesto que los mismos fotógrafos y periodistas a los que buscabais os roben ahora fotos exclusivas, debe ser incómodo que a uno lo sigan los informadores, pero mucho menos que ser perseguido por los radicales que vosotros liderabais, cuando los escraches eran «el jarabe democrático de los de abajo».

Ahora os molesta, una de dos; o bien ya no sois de los de abajo, o entonces las víctimas no merecían respeto, pues eran del estilo de Soraya Sáez de Santamaría, su domicilio particular y su niño de 16 meses.

La gran diferencia entre unos y otros es que mientras nosotros condenábamos las persecuciones vosotros las organizabais. Es más, a quienes vosotros perseguíais, miembros del Partido Popular, trabajaban para crear las condiciones que hoy se dan para que hayáis dado el gran salto, de vuestra exhibida condición proletaria a la de jóvenes propietarios burgueses.

No estáis solos: el mismo año que os comprasteis coche, un millón de españoles lo hizo, ahora que habéis dado el salto a la propiedad de vivienda otros 400.000 españoles lo harán. Bien es cierto que el préstamo hipotecario medio en España es de 118.000 euros y no de 600.000, pero no hay nada que objetar, quienes hacíais reproches a ese importe erais vosotros.

En España es el individuo quien compra en libertad y no el Estado quien le asigna una habitación, así que si vuestros compañeros os piden la dimisión no será por eso, sino por sentirse engañados y utilizados, por las incoherencias, en vuestra próspera carrera como propietarios. O porque, si se confirmase, habríais logrado un tipo de interés fantástico en la misma entidad financiera en la que Podemos ingresa sus subvenciones electorales.

Por eso, y quizá porque vuestra acción supone que España es un país actualmente en el que invertir, seguro, fiable, con un Gobierno capaz de ofrecer las necesarias posibilidades laborales para devolver tamaño crédito. Yo me alegro de que nuestros jóvenes prosperen, no solo vosotros, no estáis solos:

Hoy multiplicamos por cinco la creación de empleo joven en Europa, y los menores de 25 años en situación de desempleo han caído en 213.000 parados tras las reformas.

Las entidades financieras prestan a precios asequibles, están saneadas y la prima de riesgo hoy es la quinta parte que al final del socialismo, lo que permite que, tras cinco años de crecimiento sostenido, los bancos --malvados hasta hace poco-- se atrevan con créditos de este importe.

Para los jóvenes a los que no les alcance para adquirir una vivienda nueva los Presupuestos que hoy debatiremos, y que vosotros, Pablo e Irene, rechazaréis, contempla un nuevo Plan de Vivienda con ayudas de hasta un 50% del alquiler, pero afortunadamente vuestros problemas son ya de otra índole.

Tenéis todo el derecho a vivir donde os plazca, por el precio que os apetezca, en el barrio que os dé la gana y con intimidad, pues España es un país capitalista, pero bien sabéis que, sobre todo los vuestros no os reprochan eso sino la incoherencia.

No estáis solos, hay 45 millones de españoles con idénticos derechos, respetad también los suyos.

*Diputado nacional y presidente del PPCS