Con este nombre empezaban a denominarnos el PP de Nules cuando un 13 de junio de 2015, y siguiendo las reglas establecidas en la ley electoral de España, diferentes fuerzas políticas de la población alcanzamos un acuerdo de gobernabilidad que era absolutamente necesario para cambiar las formas de hacer política y dar aire a los que estaban asfixiados bajo el régimen de aquel dedo mágico que todo lo decidía y que estaba por encima de toda ley.

Decían que no habíamos permitido que gobernase la lista más votada y que los perdedores nos habíamos juntado con tal fin, yendo contra la voluntad de los electores.

El PP celebraba este pasado fin de semana un congreso extraordinario para elegir a su nuevo presidente y tenía la oportunidad de ser coherente con su mensaje repetido una y otra vez en ayuntamientos, autonomías y ahora con el Gobierno de España.

PERO NO, los cinco perdedores en la primera vuelta (hagamos el símil con nuestras elecciones) se juntaron para que la candidata más votada, Soraya Sáenz de Santamaría, no fuese presidenta. Y eso que había sido la elegida por la militancia. Fueron los compromisarios elegidos en aquella primera vuelta (como en las elecciones los concejales elegidos por los ciudadanos y, como son sus representantes, eligen al alcalde) los que eligieron la presidencia.

ME PARECE BIEN el modo de elección, evidentemente, no lo voy a criticar, puesto que son las reglas del juego y están para cumplirse.

Pero el PP nuevamente no ha sido coherente entre lo que dice y lo que hace, habiendo consumado un pacto que tanto han criticado duramente sus dirigentes a lo largo de estos años. Bienvenidos a la democracia, bienvenidos a la ley.

*Alcalde de Nules