Benicàssim vuelve un año más a convertirse en el epicentro social de la provincia. Un momento de hermandad entre vecinos de todos los municipios de la provincia y de la Comunitat, que acuden a nuestra ciudad para compartir, algo tan nuestro como es degustar una paella entre amigos.

El origen del Día de las paellas, allá por los años ochenta, no fue más que esa voluntad de hermandad. De transformar un día cualquiera, en un buen momento para celebrar el reencuentro entre vecinos y amigos.

Muchas veces sucede que, las cosas más sencillas, son las que más valor alcanzan. Y esta es una de esas, porque el Día de las paellas se ha convertido en una cita imprescindible en el calendario festero autonómico.

Más de treinta mil personas se congregan en las principales calles de Benicàssim para degustar la paella y compartir la amistad. Más de mil paellas se confeccionan año a año en nuestra localidad, de tal manera que se han convertido en el icono de referencia en el calendario festivo.

TAL HA SIDO el clamor y el crecimiento de esta fiesta que, con la voluntad imparable del equipo de gobierno y la colaboración de la ciudadanía, hemos iniciado la campaña de declaración del Día de las Paellas, como fiesta de interés turístico autonómico. Ciudadanos, empresarios, hosteleros y representantes públicos viviremos esta edición de paellas con un objetivo claro: demostrar a toda la Comunitat Valenciana que no hay otro día en todo el año que tenga un carácter más abierto, más participativo y más relevante, alrededor de una comidas de hermandad que, el Día de las Paellas de Benicássim.

Ayer estuvimos en Fitur e impulsamos nuestros proyectos turístico más relevantes: Benicàssim como destino turístico inteligente, como ciudad de festivales y, con emblemas tan simbólicos, como la renovación de la Torre Sant Vicent, la recuperación de Villa Elisa, como centro de congresos y, por supuesto, el Día de las paellas como fiesta de interés turístico autonómico.

*Alcaldesa de Benicàssim