El CIS publicó el viernes su sondeo sobre el debate del estado de la nación, en el que confirmó, aunque por menor margen, lo que ya habían avanzado la mayoría de las encuestas privadas, el triunfo del líder de la oposición, Pedro Sánchez. La diferencia, según el CIS, fue de solo siete décimas (21,7% a 21%), pero cuando se examinan los distintos apartados sobre los que se pregunta a los españoles, la derrota de Mariano Rajoy es más clara. Sánchez gana en conocimiento y sensibilidad ante los problemas del país, capacidad de comunicación, moderación y realismo, mientras que Rajoy obtiene mediocres resultados, incluso entre los votantes del PP. La argucia utilizada por el Gobierno al destacar que nadie ganó (un 37,2% de los 1.600 encuestados opina así) pierde peso al recordar las cifras similares.

En todo caso, el dato certifica el cansancio ante el bipartidismo (la buena opinión sobre el novel Alberto Garzón, de IU, incide en eso), pero no minimiza la victoria de Sánchez en unos momentos en que se cuestionaba su liderazgo. En el mismo sentido de la desafección ante la política se sitúa que para un 90% predominaran en el debate los enfrentamientos y reproches mutuos y solo el 4,2% estime que se presentaron propuestas para solucionar los problemas. Esta fue la gran decepción.