Cuando tienes un hijo, todas las garantías son pocas. Tengo una hija maravillosa, qué les voy a contar… apenas tiene 2 meses y ya ha despertado en mí ese instinto maternal que te incita a protegerles por encima de todo. Por eso me produce desazón que desde el Consell se esté improvisando con su educación. Desazón, desconfianza y temor. Y me explico, el próximo martes se pone en marcha una nueva experiencia piloto de esta izquierda de las ocurrencias: la escolarización de niños de 2 años en 3 centros públicos de Castellón: el Obispo Climent, el Maestro Canós y el Antonio Armelles. Y remarco la palabra “piloto” porque así lo han calificado ellos, “experiencia piloto”, es decir “prueba, tentativa, ensayo, experimento…” ¿con niños y niñas de 2 años?

Miren, he estado visitando estos días algunas guarderías. Por eso tengo serias dudas respecto a la idoneidad de la medida del conseller nacionalista Vicent Marzà, porque la considero precipitada e innecesaria. Precipitada porque se anunció el pasado 3 de septiembre y se pone en marcha un mes y diez días después. ¿Creen que en tan poco espacio de tiempo pueden estar las aulas adaptadas, los baños habilitados, las instalaciones, los accesos… incluso los propios docentes? Me consta que está habiendo enormes desajustes y problemas. Por otra parte, ¿creen razonable que convivan bajo un mismo techo niños que todavía usan pañal con alumnos de bachiller que tienen 18 años? Muchos colegios de la Comunitat disponen de todos los ciclos, ¿tendrán que incorporar también a los bebés? No parece muy adecuado, la verdad. Y a todo esto además hay que añadir la cantidad de puestos de trabajo que se van a perder, porque muchas guarderías de las que existen hoy, tendrán que acabar cerrando mañana.

Sinceramente, pienso que extender la gratuidad de la educación a estas edades tempranas es una buena medida ya que muchas familias lo necesitan, pero no con este planteamiento. ¿No hubiera sido más fácil destinar esos recursos económicos a costear las guarderías a esas familias? Las escuelas infantiles de Castellón disponen de profesionales, formados y preparados para atender a los bebés y tienen sus instalaciones adaptadas para los más pequeños. A mí, como madre, me dan mas seguridad y tranquilidad. La misma que me proporciona mi madre que, como abuela recién estrenada, está regalando gran parte de su tiempo al cuidado de mi hija. Los abuelos están ocupando un espacio cada vez mayor en la crianza de nuestros hijos así que quizá también ellos tengan algo que decir porque, señor conseller, con los hijos y los nietos, pocas bromas. H

*Portavoz del PP en Castellón