Realizar un recorrido histórico por nuestra ciudad nos obliga a hacer escala en la Quersónesos de los griegos, la Banáskula de los musulmanes o la reciente Calabuch de Luis García Berlanga. Deambular por la historia implica recoger las huellas de los distintos protagonistas que nos han precedido, para luego establecer un índice secuencial que dé respuesta a cuantas preguntas lleguemos a formular en nuestra inmensa curiosidad. Todo ese legado que nos ha precedido constituye nuestro patrimonio.

Cuidar de nuestro patrimonio ha sido una máxima en nuestra acción de gobierno. Las actuales obras de restauración y consolidación de la Torre Badum y el encargo del Estudio Preliminar para valorar nuestras expectativas para ser candidatos a Patrimonio de la Humanidad señalan nuestro compromiso con la ciudad.

Somos conscientes de que nuestro potencial como ciudad radica en la valorización de nuestro patrimonio, que junto a las bondades que la naturaleza nos ha proporcionado constituyen un marco diferencial singular respecto a cualquier otro destino turístico y se constituye en nuestra fortaleza económica actual.

Insistir en la excelencia patrimonial ha sido y será un objetivo anhelado que permitirá hacernos sentir orgullosos de nuestro pasado y presente. No es necesario soñar, solo pasear por nuestra ciudad y observar para realizar un maravilloso viaje a Quersónesos, Banáskula y, porque no, Calabuch. H

*Alcalde de Peñíscola