Dicen que son los nuevos dueños del Castellón, pero el entramado societario montado para comprar el club no deja las cosas muy claras. ¿Hace falta tanto lío para comprar una sociedad deportiva saneada? ¿Por qué el Castellón?

Porque lo único que está claro es que la teóricamente compradora, Alce Producciones, propiedad del intermediario García Osuna, ha sido poco operativa hasta el 2003 y sólo sirve para encauzar las inversiones de su único accionista, la sociedad Alce Inversiones, también de Osuna, que tiene otras diez empresas. ¿Hay otros amos? ¡Que lío!

Pero bueno, aunque es interesante saber de quien es el capital y si sirve para fútbol o para negocios inmobiliarios, lo más importante es tener un buen proyecto. ¿Pero hay proyecto? Lo dicho ayer por el nuevo consejo de administración y su flamante presidente, José Laparra Estellés es poco consistente. Genérico.

Quizá la única realidad palpable es que tienen Castalia y una ciudad deportiva totalmente gratis.

LA ALEGRÍA DE tener un nuevo Estatuto por consenso se puede ver empañada si Zapatero no controla a sus socios nacionalistas e Izquierda Unida. Ya van diciendo que lo boicotearán.