Esta semana está siendo especialmente intensa. El lunes conocíamos la cifra real de déficit público a la que ha tenido que enfrentarse el Gobierno de Mariano Rajoy al llegar a la Moncloa: el 8,51%, superior a los peores pronósticos realizados.

Para poder cumplir con las exigencias europeas en cuestión de déficit público, los Presupuestos Generales del Estado para este año 2012 tendrán que permitir un ahorro de más de 40.000 millones de euros, un durísimo ajuste que nos va a exigir un esfuerzo temporal a todos los españoles. El Gobierno de Rajoy ya ha confirmado que va a tratar de negociar con la UE que el objetivo de déficit para España se pueda flexibilizar este año para que el ajuste a llevar a cabo en las cuentas públicas no sea tan brusco.

En cualquier caso, se flexibilice o no, el objetivos de estabilidad presupuestaria es para Europa, para España y para todos los países europeos, un objetivo de máxima prioridad. En un marco de profunda crisis financiera en toda Europa, en un momento en el que el dinero en los grandes mercados financieros escasea, es de vital importancia que las administraciones reduzcan su necesidad de fondos, ya que esos fondos, los Estados los pagamos cada vez más caros y a su vez, impedimos que esa poca liquidez financiera se dirija a empresas y familias, lo que dificulta el crecimiento de nuestra economía, más aún, la paraliza, impidiéndonos así volver a crecer y crear empleo. Por eso es tan importante que los españoles seamos conscientes de que los esfuerzos temporales que se nos están pidiendo por parte de los gobiernos, como la subida del IRPF, son necesarios en este momento, y que solo gracias a esa capacidad que tengamos de sacrificarnos por un tiempo, podremos volver a generar riqueza.

En esta coyuntura, el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, recibió el martes en La Moncloa al president de la Generalitat, Alberto Fabra. El president Fabra expuso al presidente del Gobierno las ya conocidas reivindicaciones que la Comunitat Valenciana viene haciendo al Gobierno central. La importancia de apostar por nuestras infraestructuras, entre ellas el corredor mediterráneo como una de las más estratégicas y la llegada del AVE a Castellón en los plazos comprometidos; la necesidad de dar una solución efectiva y definitiva al problema del agua en nuestra Comunitat; y la reivindicación irrenunciable de recibir una financiación justa, adecuada a los ciudadanos que realmente vivimos en la Comunitat para dejar de ser una de las dos comunidades peor financiadas de toda España.

Actualizar el sistema de financiación a la población no es nada más que una cuestión de justicia. Desde hace años, cada ciudadano de nuestra comunidad recibe del Estado 194 euros menos que la media de todos los demás españoles. Si en lugar de compararnos con la media española, nos comparamos con lo que reciben otras comunidades, el resultado es que cada valenciano recibe 500 euros menos al año que un cántabro. La Comunitat Valenciana aporta al Estado más recursos de los que recibe, a pesar de que nuestra renta per cápita es actualmente inferior a la media española.

Si en los últimos 8 años la Comunitat hubiera recibido la misma financiación que la media española, los presupuestos públicos se habrían nutrido de más de 8.500 millones de euros extra. Por todo ello, la reivindicación de una financiación justa para nuestra Comunitat es algo irrenunciable para el president Fabra y para todos los que tenemos responsabilidades públicas en la Comunitat.

Castellón se merece unas infraestructuras al nivel de nuestra provincia. De una provincia que ha sido uno de los puntales industriales y turísticos de España y que en estos momentos es una de las más castigadas por la crisis. Y seguiremos batallando por conseguirlas.

El propio president Fabra decía el pasado martes que “hay que ser reivindicativos y pacientes ante esas reivindicaciones”. En el PP nos sobra la paciencia, y sobre todo la perseverancia. Por todo ello perseveraremos en nuestros objetivos hasta que nuestra provincia vuelva a estar al nivel que merece. H