Hace cuatro años encabecé la lista del PSPV a Corts Valencianes como independiente. Desde entonces escribo en esta privilegiada sección pero hoy se interrumpe mi colaboración dado que no estaré en Les Corts en la próxima legislatura y vuelvo a mi cátedra de la UJI.

En 2.560 caracteres he tratado multitud de temas sociales, económicos y de regeneración política, intentando describir los problemas que sufrimos, identificar causas y plantear nuestras soluciones. Agradezco a Mediterráneo y al PSPV la total libertad que me han dado para escribir sobre lo que he querido. Jamás se me ha tocado ni una coma por mas crítico que fuera el artículo.

En el último pleno defendí una proposición de ley del PSPV sobre actuaciones ante las deslocalizaciones empresariales, un grave tema que deja paro llevándose la riqueza de un sitio a otro y sobre el que la política debe actuar. Fue admitida por unanimidad. Ha sido la única propuesta legislativa de la oposición admitida en estos cuatro años.

No pude recoger en la proposición otra deslocalización mas grave para los ciudadanos, la deslocalización de la política, contra la que tenemos que luchar porque traslada las decisiones de los parlamentos al poder financiero. En esa lucha nos va la reducción de desigualdades, el estado del bienestar, la igualdad de oportunidades y, en definitiva, nos va la decencia de la sociedad.

Para luchar contra la deslocalización de la política tenemos que salvar a la buena política de los malos políticos. Tenemos que dejar claro con actos, y los ciudadanos con votos, que no todos los políticos son iguales. Tenemos que separar a los corruptos de los que no lo son, a los vagos de los trabajadores, a los que sirven a la política de los que se sirven de ella, a los que se ganan dignamente su sueldo de los profesionales de la mamandurria, de la que viven legislatura tras legislatura, actuando como garrapatas de la política al servicio de su deslocalización.

Mi intensa labor parlamentaria, descrita recientemente por Ana Artero en este diario, hubiera sido imposible sin el capital relacional de que disfruto, universitarios, empresarios, sindicatos y miembros de entidades sociales que, aun no perteneciendo al PSPV, me han ayudado a dar forma a propuestas. Gracias.

Dejo Les Corts pero no dejaré la política, porque es más necesaria que nunca ante los atropellos que estamos sufriendo, especialmente quienes menos tienen. Seguiré trabajando para que Ximo Puig sea president, para que esta Comunitat cambie, sea más justa y ponga rumbo a la prosperidad. H

*Diputado autonómico PSPV