El gobierno bipartito de Amparo Marco aboca a la ciudad de Castellón al retroceso económico y social. Algunos atribuirán esta afirmación a los delirios populares de una portavoz de la oposición, pero créanme que está más que fundamentada. El nuevo Plan General de Ordenación Urbana de Castellón, el documento que regirá el futuro urbanístico de nuestra ciudad para los próximos 20 años y, en definitiva, el futuro de nuestros hijos, proyecta un Castellón sin previsión de crecimiento ni desarrollo. Y no solo lo dice el PP, lo dicen muchos de los más de 50 colectivos con los que el Grupo Municipal Popular ha mantenido reuniones a lo largo de estos meses y que ven como el suelo industrial se constriñe en un 70%, frenando la captación de inversiones y el asentamiento de nuevas industrias que permitirían crear riqueza y empleo en la ciudad.

El pasado jueves finalizaba el plazo de presentación de alegaciones y el aluvión de quejas ha sido el previsto. Para nosotros, los errores estratégicos del documento son 5: la drástica reducción de suelo industrial, el trato desigual en las viviendas de la Marjaleria, la inseguridad jurídica en Crémor, la situación en que quedan los grupos periféricos y la falta de infraestructuras que son vitales para nuestra ciudad. Falta de visión de un gobierno que se encuentra enzarzado en disputas internas con el món de la festa, enfrascado en una campaña para imponer una única versión al nombre de nuestra ciudad y atareado en seguir colocando amigos -atentos a los próximos nombramientos- en el consistorio para contentar a cada una de las facciones que lo componen. Este es el gobierno que tenemos, el que se ocupa poco de la siniestralidad de una calle como Gobernador, de la suciedad en el centro, de las ratas en el estadio Castalia, de los recortes sanitarios… y mucho de polémicas estériles y planes sin futuro para nuestros hijos.

*Portavoz del Grupo Municipal Popular en Castellón