A principios del 2016 desde el grupo popular ya denunciamos el desinterés mostrado por el gobierno tripartito por dar continuidad a la revisión del PGOU. Más allá de seguir con la tramitación iniciada, el tripartito optó por desistir del trabajo realizado por el PP en la anterior legislatura lo que abocó a Burriana al PGOU del 95 una muestra evidente del nuelo proyecto que tenían para la ciudad.

Lo vimos desde el minuto uno y ahora a mitad de legislatura, haciendo balance y echando la vista atrás, vemos que estábamos en lo cierto y esto era una especie de premonición de la falta de proyectos de futuro que los tres partidos que se repartieron el gobierno tenían para Burriana. Dos modelos de gestión confrontados, el de crecimiento y oportunidades del PP, frente al modelo de parálisis del tripartito. Dos años después seguimos sin proyectos para los solares de la Papelera o del IES Llombai, por no hablar de Sant Gregori. Una parálisis y un urbanismo a la carta a merced de la improvisación e incoherencia de un equipo que se ha evidenciado, más si cabe, en los últimos días con el proyecto de la zona camper. Zona de acampada para autocaravanas que cuenta con informes en contra y que ha puesto en jaque a los vecinos de Novenes de Calatrava que pagaron unos servicios de los que se va a beneficiar una empresa privada. Más allá del descontento y la falta de criterio este proyecto avalado por el tripartito limita el desarrollo y la interconexión de la ciudad con el puerto de Burriana y lastra e hipoteca el futuro del municipo en los próximos 15 años.

Alguien debería decirle a la coalición a tres que el futuro es hoy. Las consecuencias de lo que hagamos hoy, las veremos mañana y marcarán el rumbo de una ciudad sumida en un coma a manos del tripartito que esperemos no se convierta en una situación irreversible.

*Portavoz del PP en Burriana