La situación que se está viviendo en el Hospital Provincial me recuerda a la famosa película Novia a la fuga, en la que Julia Roberts decide en el último momento salir corriendo por miedo a pasar por el altar. De forma análoga, muchos facultativos enamorados de su profesión, salen espantados por la angustia producida por las políticas aplicadas en el hospital. Unas medidas basadas en la politización y los recortes en el personal que merman la calidad asistencial.

La consellera pasará a la historia por ser la que consiguió convertir un centro estrella en un centro estrellado. Pasará a la historia por descabezar un hospital de referencia alabado por pacientes, médicos y expertos. De esta forma, hasta el momento, una quincena de facultativos han abandonado el Provincial. Algunos solicitando la excedencia, otros marchándose a centros privados o los más veteranos solicitando la jubilación anticipada.

Esta fuga de talento no es de extrañar cuando en lugar de cuidar al personal, se le está sometiendo a una presión elevada y a una sobrecarga laboral constante pues ni se cubren las bajas, ni se dota de los recursos adecuados ni mucho menos se genera un clima interno positivo. El Botànic ha convertido el Hospital Provincial en su cortijo, manejando a los facultativos como títeres sin importarles su profesionalidad o la calidad asistencial. Montón debería de ser consciente que lo que está en juego es la salud y no su sillón en el Consell, sillón desde el que, por cierto, solamente hace que chapuzas y provocar polémicas.

Desde Ciudadanos se lo vamos a repetir las veces que haga falta. Así no, señora Montón, gestione el capital humano y, sobre todo, gestione la sanidad. Nos irá mejor a todos y a todas. Y si no sabe, le doy un consejo, mejor fúguese usted.

*Diputada autonómica de Cs y portavoz provincial de Castellón