Llevo tiempo preocupado por dos de las crisis que están afectando a la sociedad.

Una de ellas es la crisis económica, una crisis que afecta de forma directa a la sociedad, pero sobre la que se está actuando y, quedando mucho por hacer, se está mejorando la situación a un ritmo lento pero progresivo.

La otra crisis que me preocupa tanto o más que la crisis económica es la crisis de valores, del sacrificio, de la comprensión, del esfuerzo y de la superación.

Este tema daría para escribir un libro, pero el espacio es reducido, así que todos nosotros, especialmente los más jóvenes, deberíamos decirles a nuestros padres o abuelos que nos leyesen el libro que cada uno de ellos podría escribir contando cada uno de los pasos que han dado en su vida.

Que nos contasen cuáles eran las preocupaciones hace 50, 60 ó 70 años. Que nos contasen los problemas que se han encontrado y cómo han superado los obstáculos. Tenemos mucho que aprender de ellos, tenemos mucho que reflexionar para que, sin perder las ansias de superación y progreso, valoremos si vamos por el buen camino para alcanzar el progreso social que ellos alcanzaron en los últimos años. H

*Diputado de Juventud, Asesoramiento a Municipios y Seguimiento de la implantación de la Ley de Racionalidad y Sostenibilidad de las Entidades Locales