Querido/a lector/a, hoy quiero contarte una historia de médicos. Y es que, a pesar de que el ejercicio de la medicina parece o es un oficio diferente, con carisma (se dedican a tratar al cuerpo humano), los médicos son personas como otras y como tal se comportan.

Tanto es así que, ahora, están enfrentados entre sí y hay diferencias y tensiones entre ellos por el control del poder del Colegio de Médicos de Castellón. No son originales y hacen lo mismo que los partidos, los sindicatos o de cualquier entidad democrática que se precie.

Pero si se preguntan qué pasa en el Colegio de Médicos y dónde está la diferencia entre unos y otros, la respuesta, y siempre según mi criterio, es fácil: que hay elecciones a la junta directiva y más de una candidatura. Por lo tanto, cuando llegan los otros, los nuevos, el recambio lógico y normal que reclaman la vida y los tiempos democráticos, es decir la Nueva Alternativa Colegial del doctor Breva, los herederos de los de siempre, y continuistas, no se resignan a abandonar el poder y crean problemas. Por cierto, problemas, porque negar que las urnas lleguen a más centros y médicos, no tener el censo electoral bien configurado y, encima, no entregarlo a la candidatura del doctor Breva, es dañar a los colegiados, son prácticas viciadas y desafortunadas que representan lo viejo y no ayudan a la necesaria, masiva y clara participación de los colegiados.

Pero bueno, espero que el doctor Breva y su Nueva Alternativa Colegial no se achiquen y sigan dispuestos a abrir las ventas y las puertas del Colegio para que entre la luz y el viento de la democracia y se instale un proyecto de cambio de transparencia y de participación democrática en el que los médicos puedan evidenciar que su Colegio, sus cuentas y sus decisiones les pertenecen. Un Colegio donde los cargos se entiendan como un servicio a los compañeros y no como algo para figurar y medrar.

*Analista político