Cada día que pasa es más evidente que el alcalde de PSOE y Compromís no está interesado en el bienestar de Vila-real. El mismo año en que nos ha subido los impuestos de forma drástica su forma de gestionar sigue siendo lo mismo: un desastre.

Todos vamos a pagar más impuestos para el modelo faraónico de Benlloch pero él sigue empeñado en su forma de gestionar: sube el IBI un 10% para comprar palacios donde ubicar su despacho y, ahora, dentro de una nueva exhibición de lo que son sus prioridades, ha optado por contratar un nuevo asesor en alcaldía. No tenemos claras las funciones que va a desarrollar porque en teoría esta labor ya la desempeña otro cargo de confianza del alcalde, pero sí sabemos que es en lo único en que se da prisa el alcalde. En eso y en subirle el sueldo para que cobre 1.800 limpios al mes. A los vecinos se les pide un esfuerzo pero el esfuerzo se queda en eso, en el de los demás.

Benlloch ha construido un muro y gestiona de espaldas a lo que la sociedad pide, por mucha foto y propaganda que use ya no engaña a nadie en absoluto y los vecinos se han dado cuenta de que para PSOE y Compromís la prioridad no es Vila-real, ni mucho menos.

Todo ello se suma a las constantes faltas de respeto, intolerables, hacia la oposición. La prepotencia y las malas formas son una constante en un alcalde que no tiene respeto por las normas democráticas, que le gustaría, como en la época de los zares, que no hubiera oposición y que no se le criticara. Solo vive de los que le adulan, le acarician la espalda y le aplauden cuando camina pero no tiene en cuenta que ya ha empezado el tiempo de descuento y que ya no engaña a nadie.

*Portavoz del PP en Vila-real