Tuvo que ser el primer emperador de Roma de origen hispano, Trajano, quién cruzara con éxito los ríos Tígris y Eufrates tras 15 años de victorias. Por su carácter discreto y origen provinciano nadie daba un céntimo por él y sin embargo ensanchó el Imperio más allá de donde habitaban los antiguos partos, como magníficamente relata Santiago Posteguillo en su trilogía sobre el emperador

Hoy los españoles acaban de superar en renta per capita, por primera vez en su historia, a Italia. Los ciudadanos de Hispania, la antigua provincia de Roma, superarán en el 2016 en renta a la vieja metrópoli.

Hace cuatro años no rivalizábamos con Italia sino con Grecia, que tenía mejores datos de empleo y déficit que nosotros. Los datos del FMI dicen lo que todos saben y muchos ocultan, España converge en renta con los países avanzados con gobiernos populares y se aleja con los supuestos progresistas.

Hay solo dos motivos para que, quedándonos mucho por hacer, nuestro país haya batido en el pasado año récords en creación de empleo, crecimiento económico, exportaciones o llegada de turistas; el sacrificio de los españoles y las reformas del gobierno. Que España carezca de gobierno a estas alturas tiene varios motivos: un Parlamento más fraccionado que nunca, la corrupción que nos aleja a unos de otros y el empecinamiento de un líder socialista que no acepta otro resultado que un gobierno bajo su presidencia. La actual incertidumbre, paliada por la previsión de Rajoy de aprobar presupuesto para el 2016, está destruyendo empleo desde hace algunos meses, pero es solo el anticipo de la caída que viene si la izquierda retorna.

Con especial intensidad se apreciará un nuevo hundimiento económico en la provincia de Castellón, a la que su dinamismo, las políticas de crecimiento con contención del gasto público, reducción de impuestos y flexibilidad laboral, la llevan o bien a liderar la creación nacional de empleo o la del desempleo según se alternen gobiernos populares o socialistas. Afortunadamente para Castellón el Gobierno saliente, repita o no, lega unas obras del AVE con más de 250 millones de euros de inversión y que, al igual que el aeropuerto, supondrá un revulsivo turístico de enorme magnitud. También igual que con el aeropuerto, quienes con más saña lo criticaron hacen hoy lo propio con el AVE, y si cambiase el signo del gobierno nacional lo aplaudirían sin rubor.

Por mas periférica que sea nuestra provincia, la calidad de nuestra tierra y de su gente nos permite, con nuevas infraestructuras y políticas acertadas, ser la primera si nadie nos frena con cambios que son más bien retrocesos. H

*Secretario Provincial PPCS