Querido lector:

¿Si Amparo Marco fuera alcaldesa de Castellón no iría en procesión romera el día grande de la Magdalena al ermitorio junto a decenas de miles de castellonenses... y al obispo? ¿Prohibiría a los concejales acudir? ¿Y tal cual de lo mismo en las fiestas de Sant Pere del Grao o en cualquier otra manifestación festiva en la ciudad que tenga alguna relación, tradición o arraido con la religión?

Este debate no es nuevo. En la provincia de Castellón se ha suscitado como una serpiente de verano política de forma recurrente y siempre se ha saldado con el mismo resultado, sea del color que sea el gobierno municipal: la corporación acudiendo en representación pública de todos los vecinos a los actos tradicionales del municipio tengan o no relación religiosa.

Y da la casualidad que el partido gobernante que no lo ha hecho así, no ha vuelto a repetir. Por algo debe ser. Tan sencillo como que hay que anteponer siempre la tolerancia democrática de la convivencia a la ideología. Es el ADN de la gobernanza justa. Y nunca hay que olvidarlo, se gobierna para todos y no solo para los que te han votado.

Pero si la candidata socialista se ha metido en un charco de forma gratuita, el portavoz de Compromís, Enric Nomdedéu, no le va a la zaga. Aunque mucho más avispado al salirse del problema por la tangente de la abstención como quien no quiere líos, y menos ahora, huyó del problema sin tener en cuenta que todo asunto público hay que afrontarlo y acordar criterios de regulación si son necesarios. Escaparse dice muy poco del que aspira a gobernar. Porque otro principio básico de la gobernanza es que el que gobierna acierta pero también se equivoca. Y eso hay que afrontarlo con valentía.

Y un consejo; para gobernar lo mejor es aplicar el sentido común. En este caso, la libertad individual de cada edil para acudir o no a lo que quiera, pero al mismo tiempo indicar su obligación de asistir a actos institucionales siempre que sean de ciudad, tengan el carácter que tengan, porque es un representante público de todos los ciudadanos.