Esa fusión de sentimientos es lo que significa septiembre para Peñíscola. El mes más esperado del año está a punto de llegar. Con él viviremos los días en que las costumbres se convierten en sentimientos para celebrar lo que fuimos y lo que somos.

Este año, las fiestas en honor a la Virgen de la Ermitana, contarán con una amplia agenda festiva repartida en 10 emocionantes días en los que honraremos a nuestra patrona festejando nuestros orígenes y conservando nuestro pasado.

Los vecinos y vecinas de Peñíscola vivimos estos días con gran intensidad y emoción, sentimientos que contagiamos a todos los visitantes que se acercan hasta nuestra Ciudad en el Mar. Es un gozo indescriptible el poder comprobar cada año cómo, generación tras generación, hemos mantenido nuestras tradiciones y devoción disfrutando de cada acto como si fuese la primera vez.

Esta semana, con la presentación de la programación, nos hemos acercado un poco más a nuestros días grandes. Estamos preparados para emocionarnos con las actuaciones del Grup de Danses, de la Dansa-Batalla, de los cavallets, y de los majestuosos desfiles de moros y cristianos. Y cómo no, para disfrutar del Día de las Amas de Casa, del Turista, del Deporte, de cada encierro, de cada baile en el Parador de Fiestas y de cada actuación musical.

Como alcalde de Peñíscola, tengo el compromiso de promover, difundir y perpetuar lo auténtico, lo nuestro. Durante las fiestas celebramos lo que sentimos, la devoción que compartimos y que queremos seguir compartiendo, sin complejos, sin tapujos. Nuestros antepasados nos han dejado un legado repleto de significado y, nosotros queremos que perviva en los corazones también de las generaciones futuras.

Allá aquellos que prefieran pensar que el sentido religioso de las fiestas no cuenta, aquellos que creen que la tradición no es importante. Visca la Mare de Déu d’Ermitana!

*Alcalde de Peñíscola