En política hay que tener coherencia pase lo que pase y a lo largo del tiempo. Porque lo que hace a un político creíble es la firmeza de trabajo por unos objetivos reales y cercanos al ciudadano. Como política del Partido Popular tengo unos valores y unos criterios claros de lo que quiero para la gestión de mi municipio y, por extensión de mi comunidad autónoma y de mi país. Y dentro de estos objetivos, el avance hacia el desarrollo sostenible es una prioridad.

Lo es por muchos motivos: por eficiencia, tanto energética como económica; por respeto a un entorno natural que, especialmente en Benicàssim es privilegiado.

Por eso en el 2008, aunque en aquel momento solo ostentaba el cargo de concejal del PP en la oposición del ayuntamiento de Benicàssim, ya estuve presente en la firma del Pacto de alcaldes por el Clima y la Energía. Desde entonces, desde todas las responsabilidades políticas que he tenido, he mantenido una línea política encaminada a conseguir los fines de ese pacto de entidades locales: reducir la emisión de gases contaminantes en un 20% hasta el 2020 y un 30% hasta el 2030. Aunque estas cifras, puestas así en frío no parecen mucho, para nuestro ritmo de vida y la forma en la que estábamos acostumbrados a utilizar nuestros recursos energéticos, son mucho. Y, sobre todo, cuestan mucho de conseguir, puesto que no dependen solo de una voluntad municipal, sino también de la sensibilización y colaboración de la ciudadanía.

Desde el ayuntamiento de Benicàssim hemos dado grandes pasos y lo seguiremos dando, para alcanzar el objetivo en 2030. Se está modernizando progresivamente todo el sistema de alumbrado, consiguiendo ahorros energéticos de entre el 60% y el 80%; se ha apostado por el transporte público y transportes alternativos, se ha mejorado la eficiencia de ahorro de agua y otros recursos naturales, se desarrollan proyectos de recuperación y reutilización de aguas y energía; y una batería de iniciativas y acciones encaminadas a cumplir nuestro objetivo ambiental.

Benicàssim seguirá demostrando con el ejemplo que una ciudad inteligente, moderna y sostenible es posible.

*Alcaldesa de Benicàssim