El otro día me quedé sorprendida al leer una noticia que me dejó atónita. El PSOE se planteaba el adelanto electoral si imputaban a Pablo Casado por el caso máster. Tras evidenciarse con la reunión de Sánchez y Casado en la Moncloa que PPSOE siguen actuando como si no hubiera alternativa posible al bipartidismo, ahora los socialistas se plantean un adelanto solo si creen que pueden derrotar al PP. Y lo peor es que la posible cita con las urnas no será porque Sánchez cumpla la palabra que dio en la moción de censura de convocar inmediatamente elecciones sino porque intuye que le beneficiará.

Pues en algo están equivocados, y es en que no se han dado cuenta de que el tiempo en el que se turnaban y repartían cargos en las empresas públicas y administraciones a su antojo, está a punto de terminar. Y aunque aún hoy Sánchez utilice el avión presidencial para venir a escuchar a The killers, un tiempo nuevo se va a abrir paso en la política española. Uno en el que las universidades no regalen titulaciones que a los mortales nos cuesta esfuerzo conseguir; un tiempo nuevo en el que no estemos condenados a elegir entre la corrupción o la subida indiscriminada de impuestos como única supuesta solución a los problemas.

Porque aunque nuestra economía mejora tímidamente, siguen quedando pendientes grandes reformas que a los que se han repartido el poder durante los últimos 40 años no les interesa abordar. Como acabar con los privilegios de algunos para dar protagonismo a los españoles o acabar con el reparto insolidario y el protagonismo desmedido de los nacionalistas. Pero ante todo, se trata de acabar con un turnismo dañino que no nos deja avanzar cuando lo único que les importa es que llegue su turno para gobernar a costa de los intereses de los ciudadanos.

*Diputada de Ciudadanos en el Congreso por la provincia de Castellón