Lejos de demonizar al último eslabón de esta cadena mafiosa, el eslabón más débil por cierto, es necesario hacer tomar consciencia a toda la sociedad de la importancia de perseguir este fenómeno, pues es un problema global que nos afecta a todos, porque no es la venta de un bolso lo que perseguimos; es la explotación, la evasión, el fraude y la mafia que esconde detrás.

La venta no sedentaria de artículos ilegales en nuestro municipio supone una lacra para la economía local y para la preservación del sector comercial. Es por ello por lo que se ha convertido en una prioridad para mi equipo de gobierno concienciar a la ciudadanía de la gravedad que ha alcanzado. Desde el área de Comercio de este ayuntamiento hemos reforzado las acciones para minimizar los efectos de la venta ambulante no autorizada en nuestra ciudad.

Desde mi posición considero imprescindible la puesta en marcha de la campaña informativa que estamos llevando a cabo. Queremos que todo aquel que nos visita conozca las consecuencias que puede tener comprar en este tipo de «comercio» ilegal.

Es fundamental concentrar y aunar esfuerzos entre todos, por lo que vamos a reforzar el número de agentes de Policía Local, así como las horas destinadas a esta problemática. Si no hemos cubierto las plazas de agentes de Policía Local con anterioridad ha sido por la tardanza en la aprobación del decreto que modifica la Ley de Coordinación de la Generalitat Valenciana, hecho que provocó que recibiéramos a finales del mes de junio la autorización para contratar a los refuerzos de verano.

Estos retrasos han provocado que las bolsas se hayan quedado vacías pero, finalmente, cubriremos las plazas vacantes la semana que viene. Para nosotros es primordial transmitir el peligroso fondo que se esconde tras la venta ambulante, porque lo que vemos es solamente la punta del iceberg.

*Alcalde de Peñíscola