El PP es la única opción de gobierno real que se presenta a las próximas elecciones generales, porque es el único partido que garantiza que gobernará el programa elegido y no una amalgama de propuestas que no tienen nada que ver las unas con las otras, salvo su animadversión por el PP, lo que no deja de ser preocupante, porque todas las opciones políticas son legítimas, aunque los nuevos demócratas tienen su propia concepción de la democracia, que nada tiene que ver con el gobierno de la mayoría.

Ejemplos tenemos muchos: la Generalitat valenciana, el Desgovern de Catalunya, el Ayuntamiento de Madrid..., gobiernos todos ellos sin un objetivo claro a la vista, salvo librar sus propias batallas internas y salir del paso sin perder cuota de poder, aunque todos sabemos quién pierde en realidad.

Los discursos políticos deben ser claros y no cambiantes dependiendo de con quién me toque pactar. La confianza de los ciudadanos se gana con seriedad, coherencia y claridad. Por eso el presidente Rajoy es el mejor candidato y por eso todos se dedican a atacarle a nivel personal, por su seriedad, por ser coherente consigo mismo y con sus objetivos.

Mientras el resto de candidatos se preocupan solo del márkentig, Mariano Rajoy se concentra en seguir gobernando y dirigir un equipo donde hay muchas personas válidas y competentes para defender su programa, porque nosotros somos un equipo, no un único líder mediático sin alternativa posible. Al fin y al cabo, España no está para experimentos, y eso es lo que nos proponen el resto de candidatos, tanto los que nacieron en platós de televisión, como los que se creen ganadores a pesar de que están en caída libre, por no hablar de quien no se sabe demasiado bien si está a la derecha o la izquierda, porque en todas partes no se puede estar, eso se llama incoherencia.

El proyecto del PP no tiene doble fondo ni letra pequeña: garantizamos el crecimiento económico y no jugamos con el futuro de los españoles. Queda mucho por hacer y el paso errático de cangrejo que nos proponen como alternativa no es más que una temeridad. H

*Concejal y presidente del PP de Nules